literatura

Antonio Skármeta gana el premio Planeta-Casa de América con 'Los días del arcoíris'

Celebra la épica lucha de los chilenos por la democratización y la fuerza de la imaginación para torcer la historia

SANTIAGO DE CHILE Actualizado: Guardar
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El escritor chileno Antonio Skármeta (Antofagasta, 1940) se alzó con premio de novela Planeta-Casa de América, que falló este martes en la capital chilena su cuarta edición. Se lo adjudicó con 'Los días del arcoíris' una celebración del arduo viaje de los chilenos desde la dictadura de Pinochet a la democracia estable y de la fuerza de la imaginación para torcer la historia “y conseguir cambios incluso en un mundo globalizado y frio como este”. Inspirada en hechos reales, su autor la presentó como “una experiencia de vida narrada con fantasía”. La novela se publicará simultáneamente en doce países iberoamericanos.

“Es una novela de sonrisas y lágrimas” anticipó el escritor, el más internacional de los autores chilenos, consagrado con novelas con 'El cartero de Neruda' o 'El baile de la victoria' que ya le proporcionó el premio Planeta en 2003. “En un momento de agitación en el mundo de lucha contra los tiranos, hemos de celebrar que Chile ganó su libertad de forma pacífica. Con el coste de vidas e inteligencia, hemos llegado a una democracia que sentimos como un bálsamo; pero llegar no es el fin del camino”, apuntó un Skármeta “muy feliz por poder dar a todos la bienvenida a un Chile demócrata y pacífico”.

'Los días del arcoíris' es una novela “política y de reconciliación”, según Álvaro Pombo, uno de los miembros de jurado que premió a Skármeta, quien se presentó bajo el seudónimo de 'Cosme Catiboratus', personaje de 'La dama boba' de Calderón de la Barca. La suya fue para el jurado la mejor entre las 15 finalistas que salieron de las 639 obras presentadas al premio desde una treintena de países, un nuevo récord para este joven galardón, con una dotación de 200.000 dólares americanos (unos 143.000 euros) que se falló en la Biblioteca Nacional de Chile.

Epopeya pacífica

Como Violeta Parra, Skármeta da 'Gracias a la vida' con una novela “de dichas y quebrantos, que se detiene en los momentos más duros de la represión pero celebra el camino pacífico y alegre para salir de la dictadura”. “Puede definirse con los versos de la canción de Violeta Parra: 'Así yo distingo dichas y quebrantos/ los dos materiales que forman mi canto'. Dicha porque Chile encontró un camino pacífico y alegre hacia la libertad. Quebrantos, porque el recorrido no fue fácil, hubo mucha sangre derramada y mucha opresión” , explicó.

Skármeta recurre en esta “epopeya pacífica” de “sonrisas y lágrimas’ al personaje de un joven estudiante y al del actor Roberto Parada, víctima de la represión pinochetista que encarnó a Neruda en 'El cartero'. Recordó con emoción como en la redacción de 'Los días del arcoiris' “me acompañó siempre la sonrisa y la valentía de Roberto Parada, junto al recuerdo de cómo el día en que le dieron la noticia del brutal asesinato de su hijo, en el entreacto de una función, siguió actuando sin desmayo tras anunciar a la audiencia: 'han asesinado a mi hijo. Esta función se la dedico a él'”.

“Como dijo Shakespeare, uno de mis grandes maestros, está bien todo lo que termina bien” señaló el escritor que ha querido también rendir homenaje a los pingüinos, “esos jóvenes que batallaron en primera línea por la libertad en las calles de Chile, grandes secundarios en la lucha por recuperar la libertad y reconquistar la democracia”. Espera Skármeta que la novela llegue al cine, aunque no es lao que mas le preocupa. “Lo que más me importa de esta novela, que va más allá de lo chileno, es que su épica pacífica, con su antecedente trágico, interese a lectores de todas partes del mundo”. “En un mundo que descree del poder de la imaginación, hay momentos en los que la unión de los creadores y de la gente de a pie produce cambios históricos” resumió el escritor. “Es una novela acerca de la fuerza de la imaginación y su capacidad para conseguir cambios incluso en un mundo globalizado y frío como este”.

Cine y teatro

Antonio Sakármeta estudió filosofía en la Universidad de Chile y dedicó su juventud al teatro. Una beca le permitió ampliar estudios en Nueva York donde trabajó también en cine y teatro. Fue profesor de literatura en Chile, y dirigió un centro de arte dramático. Tras el golpe militar de Pinochet se exilió a Argentina, y un año después a Alemania, en donde fue profesor de guion en Berlín. En 1989 regresó a su país compaginando su labor literaria con la creación de guiones y la dirección cinematográfica. Entre 2000 al 2003, fue embajador de Chile en Alemania.

Como narrador se dio a conocer con cuentos como 'El entusiasmo' (1967) y 'Desnudo en el tejado' (1969). Tras un etapa en el cine como actor, guionista y director, la novela 'Ardiente paciencia' (1985), que previamente había conocido una versión teatral y otra radiofónica, se llevó al cine en 1995 con el título 'El cartero y Pablo Neruda' y dirección de Michael Radfor. La película supuso el reconocimiento internacional de Skármeta como escritor. Es autor de narraciones como 'Soñé que la nieve ardía' (1975); 'La insurrección' (1982); 'No pasó nada' (1982), 'Match Ball' (1989); 'La velocidad del amor' (1997), 'La boda del poeta' (1999) 'La chica del trombón' (2001) y 'El baile de la victoria' (2003) y premio Planeta. Fue premio UNESCO de Literatura Infantil y Juvenil en pro de la Tolerancia por su obra 'La composición'.

Planeta y Casa de América apostaron por Chile como país organizador de la cuarta edición de este premio, que debía haberse celebrado el 4 de marzo de 2010 en Valparaíso, coincidiendo con el V Congreso de la Lengua Española. El terremoto que asoló Chile en vísperas de la celebración del congreso comportó entonces la suspensión del premio que recupera el país andino y que en sus ediciones anteriores se falló en Bogotá (2007), Buenos Aires (2008) y México D.F. (2009). El jurado lo integraron los escritores Ángela Becerra, Guillermo Martínez y Álvaro Pombo, junto a Imma Turbau, directora general de Casa de América, y Alberto Díaz, drector Editorial de Planeta que actuó de secretario sin voto.