El Ibex salva el mes pese a la revolución árabe

Si nos fijamos en el resultado final del Ibex-35 de este mes de febrero, podríamos pensar que no ha pasado nada en los mercados.

Pero nada más lejos de la realidad. El indicador luchó encarnizadamente para alcanzar los 11.000 puntos. Los analistas temían que no le fuera posible cumplir esa hazaña, porque empezó a dar miedo otra vez lo que sucedía en Portugal: el interés que los inversores requerían para invertir en su deuda a diez años volvía a dispararse, porque las primeras reuniones de los mandatarios europeos sobre el plan de rescate no lanzaban buenas señales. A los expertos también les daba miedo lo rápido que había subido la Bolsa española en particular, a la que creían un poco sobrecomprada. Pese a todo, el selectivo español fue capaz, tras varios intentos, de superar los 11.000 puntos y alcanzar, incluso, los 11.100. Pero, entonces, se recrudeció la revolución en el mundo árabe, dado que se extendió hasta Libia, un país mucho más delicado que Egipto o Túnez, donde el pueblo ha conseguido derribar a los gobiernos.

Aunque la Bolsa española ha contado con el favor de los resultados empresariales, que han animado al indicador, sobre todo, en las últimas sesiones.

Con tantos frentes abiertos, el Ibex-35 cierra febrero con una revalorización del 0,41%. Ha sido uno de los peores índices europeos, dado que la mayoría ha conseguido sumar más de un 2% en las cuatro últimas semanas, a excepción del Ftse Mib de Milán, que no ha llegado a ese porcentaje, aunque por los pelos, dado que se ha apuntado un 1,89%.

Con todo, el índice del país trasalpino, junto con el selectivo español, siguen siendo los más rentables del año, con revalorizaciones de un 11,37% y de un 10,06%, respectivamente. El Dax alemán gana la mitad, mientras que otros indicadores, como el Cac 40 francés avanzan ocho puntos porcentuales, y el Ftse 100 británico, por los pobres datos de crecimiento publicados y por los temores a una subida de tipos, apenas gana un 1,59%. Y, si todo va bien, los índices de Estados Unidos terminarían el segundo mes del año con avances de más de un 3% aunque, en su media sesión, estos índices perdían fuelle. El Nikkei de Tokio, por su parte, terminó el mes con una revalorización del 3,77%.

Pero el avance del 0,41% registrado en febrero, sigue a un mes de enero en el que subió un 9,60% y a un mes de diciembre en el que la revalorización fue de un 6,39%.

Sacyr Vallehermoso ha sido el valor que más ha tirado del Ibex en febrero, al apuntarse un 16,71%. Las revalorizaciones de Gamesa, Acciona y Acerinox también han sido de dos dígitos. Si el Ibex no ha podido tirar más ha sido porque no ha contado con el favor de los bancos. ¿Por el decreto sobre los nuevos requerimientos de capital? El Sabadell ha sido, entre ellos, el que más ha caído, con un descenso de casi un 10%.

Bankinter, Popular y BBVA también se han colocado entre los diez valores más castigados del mes en una clara, aunque ligera, recogida de beneficios. Una lista en la que también han entrado otras empresas como ACS, el farolillo rojo, Amadeus, Técnicas Reunidas o Inditex.

De menos a más

La sesión de hoy ha sido de menos a más para el Ibex. Por la mañana, el selectivo parecía prometer descensos. Pero, a la vista de que el precio del crudo se mantenía más o menos controlado, pese a la escalada del conflicto en Libia, las órdenes de venta se contenían, mientras que las de compra se acrecentaban.

Efectivamente, el barril de Brent se mantenía en el entorno de los 112 dólares, mientras que el barril de West Texas se cambiaba por algo más de 98 dólares en los primeros cambios de la sesión.

A los avances de los indicadores de renta variable también pudo contribuir la publicación del dato definitivo de la inflación del mes de enero en la zona euro. Aunque sigue en máximos desde octubre de 2008, se revisó una décima a la baja, hasta 2,3% desde el 2,4% que ofrecía la lectura anterior. En este sentido, los inversores están muy preocupados por el mensaje que el próximo jueves emitirá el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet. En este sentido, los precios de importación de Alemania, que crecieron bastante más de lo previsto (11,8% interanual, seis décimas más de lo previsto por los analistas), sí pueden añadir leña al fuego de los temores inflacionistas. Eso es lo que estaría cotizando el tipo de cambio entre el euro y el dólar: la moneda única comunitaria marcó sus máximos intradiarios en 1,3855 unidades. Al cierre se relajaba ligeramente, hasta 1,38. El dólar se encuentra en su nivel más bajo de los cuatro últimos meses. Pero también hay que tener en cuenta que mañana, el presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, comparecerá ante la comisión de servicios financieros del Senado. En caso de que se reafirme sobre su programa de compra de bonos el euro podría apreciarse todavía más.

Los datos que recibe mañana Bernanke son mixtos. Tiene elementos que le dan la razón sobre la necesidad de más estímulos, pero también otros que se la quitan. Así, los ingresos personales crecieron un 1%, cuando los analistas esperaban un avance del 0,4%.

Pero los gastos personales subieron sólo un 0,2%, la mitad de lo esperado, posiblemente por el temor al incremento de los precios de los alimentos y de los combustibles. Además, el dato del mes anterior se revisó a la baja. Ello implica un aumento de la tasa de ahorro. Según los analistas del Banco Sabadell, ello podría favorecer un mayor consumo de cara al futuro, aunque si no mejorase este indicador en los próximos meses, se podría ver lastrado el PIB del primer trimestre. El mercado inmobiliario volvió a ofrecer un mal dato: las preventas de viviendas correspondientes al mes de enero bajaron un 2,8% en tasa mensual, cuando los analistas habían previsto un descenso del 2,3%.

El buen dato vino de Chicago, concretamente, del de gestores de compras, que en febrero se expandió más de lo esperado por los analistas. Fue el mayor ritmo de crecimiento de este indicador en las dos últimas décadas. Los analistas aseguran que, dado el bajo nivel de inventarios, es muy probable que tengamos muchos meses por delante de fuertes crecimientos. El índice de actividad manufacturera de la Fed de Dallas también superó las estimaciones.

Ese camino de menos a más en el selectivo español se frenó con la publicación del dato inmobiliario americano. El Ibex-35 marcaba los 10.923 puntos justo antes de conocerse esta referencia. Pero en la hora y media que quedaba de negociación desde que se conoció esta referencia, el selectivo retrocedió, para cerrar en los 10.850,80 puntos, lo que supone un repunte del 0,26% desde los niveles de cierre del viernes.

Con todo, el Ibex fue uno de los peores indicadores europeos. De los principales, sólo el Ftse 100 británico lo hizo peor, al retroceder un 0,12%. En el otro lado de la tabla, el mejor fue el Dax alemán, que se apuntó un 1,21%, seguido del Cac 40 francés, que avanzó un 0,98%. Mientras, el Ftse Mib de Milán se apuntó alrededor de medio punto porcentual. En Estados Unidos, los analistas atribuían las subidas a las previsiones de Warren Buffet, que sigue buscando oportunidades en los posibles movimientos corporativos que pueda haber.

Los bancos, a la baja

El indicador español se quedó atrás por el sector financiero. Un informe de Moody's apuntaba que el sector financiero español necesitaría 50.000 millones de capital. Aunque el sector no se comportó excesivamente mal. BBVA fue el peor de todos, con un retroceso del 0,26%. El Popular se dejó casi un 0,10%. Santander, Bankinter y el Sabadell cerraron la sesión prácticamente planos.

Pero si el selectivo cerró la sesión en verde le tuvo mucho que agradecer a Acciona y a Ebro. Sus resultados entusiasmaron: por eso, fueron los valores más rentables de la sesión, con avances de un 3,89% y de un 3,32%, respectivamente. Gamesa también avanzó más de tres puntos porcentuales. En el otro lado de la tabla, los peores fueron Inditex, BME, Telecinco y Técnicas Reunidas, que retrocedieron más de un punto porcentual.

Fuera del Ibex, también gustaron los resultados de Tubos Reunidos, dado que sus títulos cerraron la sesión con un fuerte avance del 6,77%. También gustaron los de Prim, por ejemplo, que subió más de un 3%, o los de Prosegur, que avanzó un 0,81%. En cambio, Bodegas Riojanas y Ercrós cerraron la sesión con pérdidas de un 3,43% y de un 2,68%, respectivamente, tras hacer públicas sus cuentas. Almirall también cayó del lado de los números rojos. Mientras que Vidrala cerró la sesión en tablas.

Por último, en el mercado secundario de deuda, las primas de riesgo de los países periféricos se redujo, gracias al moderado repunte del interés de la deuda alemana a diez años, que alcanzó el 3,17%, mostrando una reducción de la aversión al riesgo. Dio igual que en Irlanda el partido en el Gobierno perdiera las elecciones el pasado 25 de febrero.