Revueltas en el mundo árabe

El hijo de Gadafi acepta que existe «una voluntad interior de cambio» y afirma la necesidad de una «negociación amistosa»

Un jefe militar insta al Ejército a sublevarse contra Gadafi y descarta "por el momento" que los sublevados en la "zona liberada" emprendan una acción militar hacia Trípoli

MADRID Actualizado: Guardar
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Seif el Islam, hijo del líder libio, Muamar el Gadafi, ha afirmado que la situación en Libia es "excelente" en las tres cuartas partes de su territorio, aunque ha aceptado que existe "una voluntad interior de cambio" en el país, al tiempo que ha anunciado "reformas" en todos los niveles de la administración.

En una entrevista con la cadena emiratí Al Arabiya, Seif el Islam Gadafi ha reconocido igualmente que han existido "errores en la gestión de la crisis" y ha asegurado que "hace falta una negociación amistosa para hacer una nueva Libia". "No hay futuro para los libios al margen de la reconciliación, ya que hay que construir la Libia de mañana", ha señalado quien, hasta antes de la rebelión que sacude el país desde hace diez días, era considerado el más probable sucesor de Gadafi al frente del poder.

Asimismo, ha anunciado "cambios en todas las esferas" de la administración y ha recalcado que el país está "en un cruce de caminos" y que "hay que construir una nueva Libia". "La situación en las tres cuartas partes del país, que representan la mitad de la población, es normal, excelente", sostiene y ha añadido que la incitación a la revuelta "viene del extranjero, incluso si hay una voluntad interior de cambio". Al menos una gran parte del este de Libia se encuentra desde el 21 de febrero en poder de los sublevados armados.

Fathi Tarbul, miembro del comité popular que controla Bengasi y uno de los líderes del levantamiento popular, ha asegurado que las fuerzas leales a Gadafi controlan únicamente el 15% del país. "Gadafi está viviendo los últimos momentos y esperamos el final de su régimen en los próximos días", afirma Tarbul, un abogado de 39 años, cuya detención el pasado 15 de febrero fue la chispa que prendió el levantamiento en el tercio este del país y en varias localidades del oeste.

Entretanto, el exministro de Justicia libio Mustafa Abdulyalil ha anunciado que la oposición formará un gobierno de unidad nacional integrado por civiles y militares y ha dicho que se pretende que se celebren elecciones democráticas en tres meses. Abdulyalil, que renunció a su cargo esta semana en protesta por la represión violenta de las manifestaciones contra el régimen de Muamar el Gadafi, ha dicho a la cadena qatarí de televisión Al Yazira que ese gobierno tendrá "un marco democrático".

Marcha a Trípoli

Por su parte, el jefe de las fuerzas armadas de la zona oriental de Libia en poder de los rebeldes, el general de brigada Abdul Nafa Musa, ha instado al resto de oficiales del país a "marchar hacia Trípoli" y sublevarse contra el régimen del líder libio, Muamar Gadafi.

Preguntado en una conferencia de prensa en Bengasi, el general ha descartado, sin embargo, "por el momento" que los sublevados en la "zona liberada" emprendan "una acción militar hacia la capital" del país. "La misión actual de las fuerzas especiales es proteger a la gente de Bengasi y de otras ciudades", ha afirmado Musa en una conferencia de prensa en el principal cuartel militar de la segunda ciudad libia, en poder de los rebeldes desde hace días.

El militar ha asegurado que todavía desconocen con precisión el número de unidades de las que disponen en la zona oriental del país y que están intentando contabilizarlas. "Actualmente no tenemos ningún plan de dirigirnos a Trípoli, ahora estamos reclutando nuestras fuerzas y preparándolas", ha señalado y ha añadido que están "esperando la liberación" de la capital por parte de los ciudadanos y las fuerzas que se sublevan contra Gadafi. "Estamos convencidos de que la gente liberará Trípoli", ha dicho Musa y ha mostrado su convicción de que todos los oficiales de la parte oriental del país están ya contra el régimen.

El general de brigada ha subrayado que no hay ninguna intervención extranjera en la revolución, ni de ninguna organización política, ni tampoco del radicalismo islámico. "Somos un solo país y un país libre que Gadafi intenta separar", ha aseverado entre los aplausos de una decena de militares que se encontraban presentes en la sala de la conferencia de prensa. "La sangre de nuestros jóvenes y nuestros niños no se olvidará hasta que caiga Gadafi", ha recalcado.

Bengasi forma una administración local

La revuelta popular en Libia mantiene el cerco al régimen a las puertas de Trípoli, al tiempo que aumenta la presión de la comunidad internacional, que baraja la creación de una zona de exclusión aérea y llevar a Muamar al Gadafi ante la Corte Penal Internacional (CPI). El grueso de las fuerzas leales a Gadafi se ha atrincherado en la capital, mientras en Bengasi, la segunda ciudad del país, los comités populares que ahora la controlan anunciaron la formación de una administración local para coordinar acciones con otras "localidades libias liberadas".

Este viernes, Muamar Gadafi apareció en público para animar a sus seguidores a aplastar la rebelión. Gadafi convocó a sus simpatizantes en la Plaza Verde de Trípoli y amenazó con abrir los arsenales "cuando sea necesario" para armar a las tribus libias y luchar contra los intentos de terminar con su régimen de 42 años.

Por su parte, el Gobierno de EEUU anunció que impondrá sanciones unilaterales contra Libia y buscará coordinar represalias internacionales, mientras que la UE acordaba, entre otras medidas, un embargo total armamentístico y la congelación de los bienes del clan Gadafi en territorio comunitario.