entrevista al Lehendakari

«El PP debe entender que la izquierda abertzale se mueve»

"Que Sortu pida la desaparición de ETA sería una buena prueba del algodón", asegura Patxi López

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La semana que acaba ha sido tan intensa que no ha dejado al lehendakari respiro para intentar recuperarse del cólico sufrido hace diez días. Prudencia es la palabra más empleada por Patxi López (Portugalete, 1959) tras el avance protagonizado por la izquierda abertzale contra la violencia. Su reto es conjugar la exigencia de pasos "definitivos" al mundo de Batasuna con una demanda de flexibilidad al PP vasco.

- ¿Qué objetivo tiene la ronda de contactos que ha convocado?

- Intercambiar opiniones tras el anuncio de la izquierda abertzale. No se trata de buscar medidas como mesas de partidos, sino de buscar unos denominadores comunes.

- ¿Va a proponer alguna iniciativa para gestionar la situación?

- Cuando haya situación.

- ¿Todavía no se dan condiciones para ir más allá?

- Ha habido un anuncio del mundo de la izquierda abertzale, importante, pero hay que esperar a ver cómo va avanzando eso. No hay que precipitarse ni dar pasos en falso, sino buscar el equilibro entre no caer en una trampa pero tampoco impedir el avance hacia la paz. Esto exige mucha prudencia.

- ¿Qué debería hacer el Gobierno Vasco después del pronunciamiento de la izquierda abertzale?

- De momento no es más que una declaración y unos nuevos estatutos en la buena dirección, con palabras que no habíamos escuchado nunca en ese mundo. Pero declaraciones y palabras hemos tenido en otras ocasiones y, tras las frustraciones, necesitamos realidades y hechos palpables que despejen el escepticismo de la sociedad vasca sobre las intenciones de ese mundo.

- En todo caso, usted reconoce los avances . ¿Ha modulado el lehendakari su discurso?

- Hemos oído cosas que no se habían escuchado nunca. Ahora, ¿con eso ya está? No, porque ya nos han engañado otras veces. Insisto en que faltan hechos. Esto no es modular, es reconocer la realidad.

- El presidente de su partido, Jesús Eguiguren, le pide trazar una hoja de ruta para encauzar la paz a medio y largo plazo.

- No vamos a correr en ninguna de las maneras. Hay que constatar hechos y realidades. Más que hojas de ruta hace falta sentido común.

- ¿Va a liderar usted el camino hacia el final del terrorismo?

- Ha habido un liderazgo permanente del Gobierno Vasco en todo esto, también del PSE en el anterior proceso, que tiene mucho que ver con que hoy estemos aquí. Liderar o no no es más que una coletilla para atacar al Gobierno.

- ¿Fue el lunes el primer día de la paz en Euskadi, como sostiene Eguiguren?

- Son formas de hablar. El primer día de la paz y de la libertad plena será el día que no exista ETA, nadie esté amenazado y nadie tenga que ir con escolta, ni tenga miedo a decir lo que piensa en voz alta.

- ¿Los pasos dados por la izquierda abertzale son suficientes para que vuelvan a ser legalizados?

- Me parece que es importante que hablen del rechazo a la violencia, que utilicen la palabra terrorismo y hablen de reparación de las víctimas. Por primera vez es ese mundo el que adopta la iniciativa y parece que no es ETA la que les marca la ruta. Pero no vamos a tapar la historia de 40 años de violencia por una comparecencia. ¿O no recordamos que ha habido otras declaraciones y espíritus como el de Anoeta o Lizarra? ¿Por qué no le piden a ETA que desaparezca? Sería una buena prueba del algodón.

- ¿El foco sobre Sortu está ahora situado en esa exigencia?

- Es razonable. Si realmente Sortu supone, como afirma, una quiebra irreversible con un pasado de supeditación a ETA, tiene sentido que refuerce esa afirmación demandando la desaparición de ETA y repudiando no solo los hipotéticos actos de violencia que puedan darse en el futuro, sino el terrorismo cierto y terrible que se ha ejercido en las últimas cuatro décadas.

-El Ministerio de Interior ha paralizado la inscripción del nuevo partido porque supone continuidad con Batasuna. ¿Está de acuerdo?

- A primera vista, parece coherente. Los promotores de Sortu no han ocultado que el partido procede de Batasuna. En consecuencia, es lógico que el Gobierno sea cauto y ponga toda la información de que dispone en manos del Tribunal Supremo, para que la misma instancia judicial que ilegalizó a Batasuna por sus conexiones con ETA determine si la nueva formación ha roto los vínculos que la situaron fuera de la ley. Sobre todo cuando ETA todavía no ha desaparecido. No obstante, habría que preguntarse también hasta dónde puede prolongarse la presunción de sucesión fraudulenta de una organización ilegalizada.

- ¿Una eventual legalización de Sortu dotaría a la izquierda aber-tzale de mayor credibilidad?

- Sin duda. Supondría que la justicia ha quedado convencida de que los herederos de Batasuna han roto definitivamente con un pasado de connivencia y comprensión con el terrorismo.

- ¿Si lograran ser legales hablarían con ellos?

- Siempre hemos hablado con todas las formaciones legales, pero no íbamos a firmar ningún pacto municipal con ellos.

- ¿Le han trasladado ellos alguna intención de reunirse?

- Saben que no vamos a hablar con nadie que esté al margen de la legalidad.

- ¿Personalmente, cree que estarán en las elecciones de mayo?

- No lo sé. No voy a hacer autos de fe.

- ¿Cree a Rufi Etxeberria cuando dice estar convencido de que ya no vamos a vivir más episodios de violencia?

- Me gustaría creerle, pero todavía hay muchas desconfianzas.

- No termina, entonces, de creerle del todo.

- Pero no el lehendakari, sino la sociedad vasca, que puso su máxima ilusión en el último proceso de paz. Después de que nos frustraran esa esperanza, la sociedad se ha cubierto de un manto de escepticismo. La primera reacción es la de no creer hasta no ver.

- ¿Puede acompañar ETA la decisión de la izquierda abertzale con un nuevo gesto?

- No lo sé. Habría que preguntar a la izquierda abertzale, aunque por lo que he oído tampoco ellos lo saben muy bien. Pero si la apuesta de la izquierda abertzale fuera definitivamente por la democracia y la política, es evidente que ETA estaría en el final porque sin ese respaldo social tendría los días contados. Sería el punto de inflexión definitivo que anunciaría el final de ETA. Ojalá sea así, pero ETA no ha desaparecido.

- ¿Va a mantener el Gobierno Vasco la política de firmeza antiterrorista?

- Que la izquierda abertzale se mueva no es fruto de la casualidad. Es porque no hemos retrocedido ni un milímetro frente a sus amenazas y asesinatos, por la dignidad de las víctimas, la Ley de Partidos y las políticas de tolerancia cero. No les debemos nada, al revés, nos deben todo a la sociedad. La pelota no está en nuestro tejado.

Discursos del PNV y el PP

- El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, le ofrece diálogo y le pide que lidere este proceso.

- Algunos confunden liderar con asumir sus planteamientos. No me voy a poner a la cabeza de la manifestación por la legalización de ese mundo, que es lo que han hecho algunos ya. Pero tampoco a la cabeza de otra manifestación por la ilegalización. Los tribunales deciden y yo no voy a correr.

- ¿Y qué le parece la petición de Urkullu y de Hamaikabat de adelantar las elecciones vascas si Sortu es legalizada?

- Aunque eso pasara, no voy a convocar elecciones anticipadas. Me parece una broma antidemocrática. Me preocupa que el primer partido de la oposición persista en deslegitimar a las instituciones vascas si ello favorece a sus intereses. Es inadmisible que pueda decirse que el Parlamento Vasco "no está completo" porque no esté representada una formación ilegalizada por la justicia por su vinculación con una organización terrorista. ¿Quiere decir el PNV que Markel Olano, José Luis Bilbao o Iñaki Azkuna están gobernando de forma ilegítima sus instituciones porque la izquierda abertzale no pudo concurrir con su marca a las elecciones de 2007? Menos ocurrencias, por favor.

- ¿Detecta que el PP vasco ha modulado su discurso ante la evolución de la izquierda abertzale?

- Es verdad que el jueves escuché al PP decir cosas que no habían dicho nunca, cuando Iñaki Oyarzábal habló de generosidad, integración, de que ojalá este mundo se mueva en la buena dirección. Esto contrasta con otras posiciones del PP fuera de Euskadi.

- ¿Dónde enmarca la modulación del discurso de los populares vascos? ¿Aprecia una disonancia entre ese mensaje y el de Madrid?

- El PP no puede ignorar las evidencias. Creo que se ha dado cuenta de que sería un error negar los cambios que se están dando en el discurso de la izquierda abertzale, aunque la experiencia del pasado justifique la desconfianza. El PP no puede separarse de los sentimientos de la sociedad vasca, que también desconfía, pero que no se cierra a la esperanza de que termine la pesadilla. Me parece una postura inteligente.

- Pese a todo, ¿puede abrirse una brecha con sus socios en Euskadi en este asunto?

- Espero que no y espero que el PP entienda que ese mundo se está moviendo. Y espero que entienda también que este Gobierno no va a asumir sus posiciones de ilegalización porque sí, ni de 'cuarentenas', sino que este Gobierno va a confiar en el Estado de Derecho.

- Tras la reunión con Urkullu y el cambio de tono del PP, ¿hay posibilidad de un gran acuerdo con PNV-PP para afrontar la nueva situación?

- El consenso siempre es deseable. Como lehendakari he pretendido en todo momento sacar de la confrontación política los asuntos que son cruciales para nuestra sociedad.

- Entre las víctimas surgen muchas voces que hablan de trampa de la izquierda abertzale y de 'legalización barata'.

- Es lógico que la víctimas sean las más exigentes con la izquierda abertzale porque otras veces nos han engañado. Pero es verdad que las víctimas entienden que si ese mundo hace el camino hacia la democracia, la democracia los integrará.

- ¿Hay que trabajar por la reconciliación?

- Seguro. Este país ha hecho reconciliaciones importantes. No quiero comparar, pero ¿la Transición no fue también una reconciliación? Veníamos de 40 años de dictadura en la que hubo asesinatos, destierros, represiones y amenazas, y supimos estar a la altura. Costará y será largo y lento, pero sabremos estar a la altura de las circunstancias.