Trabajo ve próximo un acuerdo con los sindicatos por los «avances»

El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha confiado hoy en que el Gobierno y los sindicatos firmen un acuerdo sobre la reforma de las pensiones en las próximas semanas, ya que, en su opinión, "hay avances tangibles". Antes del acto de presentación del retrato del ex ministro de Trabajo Jesús Caldera, Gómez ha aseverado que las partes han "avanzado sustancialmente" y que las negociaciones "van bien y están vivas".

El ministro, que ha asegurado que los sindicatos "ven la necesidad de que la elevación de la edad de jubilación no sea generalizada", ha reconocido que todavía hay diferencias sobre las condiciones y la forma en que se produciría el alargamiento de dicha edad. Por ello, ha afirmado que las partes seguirán negociando en cuanto culmine el Consejo Confederal de CCOO y tras finalizar ayer el de UGT, aunque no precisó una fecha concreta.

Además, se ha mostrado convencido de que "puede haber posibilidades de vislumbrar un acuerdo en las fechas previstas", antes del 28 de enero, que es el día en el que el Gobierno presentará un proyecto de ley sobre la reforma de las pensiones. "Pondremos mayor voluntad y esfuerzo político y mayor grado de intensidad en las negociaciones para que el acuerdo se haga efectivo", ha aseverado, tras asegurar que el Gobierno también se plantea introducir dentro de la mesa negociadora otras reformas como la de la negociación colectiva, la de las políticas activas de empleo o la energética, con el fin de poder llegar a un pacto global.

"Gran flexibilidad"

Sobre el proceso de las pensiones, Gómez ha dicho que el Gobierno ha planteado una "gran flexibilidad" para introducir criterios de equidad y garantizar la jubilación a los 65 años a los trabajadores con largas carreras de cotización o con profesiones calificadas de penosas. En este sentido, ha asegurado que "hoy sigue siendo posible encontrar soluciones" con los sindicatos, ya que las negociaciones "son satisfactorias" y las partes "hablan el mismo lenguaje en términos económicos", en referencia al impacto económico que supondrá la reforma de las pensiones.

"Contamos con una buena base compartida con los sindicatos", ha asegurado, tras reiterar que la elevación de la edad a los 67 años "no afectará" a los actuales pensionistas y será "extremadamente progresiva y suave". Ante los avances descritos, el ministro no ha querido plantear la posibilidad de que los sindicatos convoquen una huelga general, pues si bien es un derecho de los trabajadores actualmente es "la hora del consenso social y político, y de avanzar en un posible acuerdo para hacerlo efectivo en próximas semanas".