PERFIL

Messi, la joya dorada de La Masia

El argentino se ha convertido en el mejor jugador del mundo beneficiado por el estilo artístico de la cantera del Barça

MADRID Actualizado: Guardar
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La ovación de la noche fue para Messi. El jugador argentino permanecía atónito, subido en el escenario. Su rostro reflejaba una mezcla de satisfacción e incredulidad. Observaba en silencio como el mundo del fútbol le coronaba por segundo año consecutivo como mejor futbolista del mundo. Quizás durante esos instantes recordaba sus inicios en su Rosario natal. O su ingreso en La Masia con 11 años, cuando el Barcelona se fijó en un chaval que vivía con el balón pegado al pie. En su primer partido con el cadete marcó seis goles. Era el preludio de los cientos de tantos que marcaría con los azulgrana. Desde entonces, su progresión ha sido imparable.

"Messi es el mejor, aunque Iniesta y Xavi se merecen todo". La frase de Guardiola el día que se conocieron los tres finalistas para el 'Balón de Oro' era muy reveladora. A pesar de que todos eran pupilos suyos, el de Santpedor lo tuvo claro. ¿Un desliz? No, una realidad. La calidad técnica de Messi, esa forma de encarar, driblar rivales con una facilidad pasmosa no tiene parangón en el fútbol actual. Sólo hay que recordar el gol del argentino ante el Getafe en el partido de Copa de 2006, un auténtico homenaje al conseguido por Maradona frente a Inglaterra en el Mundial de México'86. Las comparaciones con 'El Pelusa' han sido constantes durante toda su carrera. Es un futbolista capaz de cambiar un partido en un segundo. Con una jugada. Sólo hace falta que saque su varita mágica para convertir lo imposible en posible.

Sin embargo, pese a las loas, halagos y los numerosos reconocimientos, Messi no lo tuvo nada fácil en sus comienzos. Sus problemas de crecimiento podían haber acabado con su carrera futbolística. Sólo podían ser solucionados con un costoso tratamiento que ningún club argentino podía asumir. Pero el Barça sí se hizo cargo, algo que el argentino nunca olvidará. Su corazón es absolutamente culé. Y es que Messi es un producto de la cantera azulgrana, donde coincidió con otras joyas del fútbol español como Piqué o Cesc.

Explosión con Guardiola

La verticalidad y las características del jugador se adaptaron a la perfección al estilo de posesión y toque del Barça. Debutó con el primer equipo a los 17 años de la mano de Rijkaard. En su primera temporada completa marcó ocho goles. En la segunda se consolidó con 17 tantos. Pero fue la llegada de Guardiola al banquillo lo que supuso su explosión definitiva. El técnico catalán le sacó de la banda y le concedió total libertad de movimientos.

Puede aparecer por cualquier lugar del campo. Las alternativas son infinitas. Desde bajar a recibir al centro del campo para arrancar con velocidad endiablada hacía la portería, hasta aparecer desde segunda línea. Todo ello hizo que los goles se multiplicasen exponencialmente hasta conseguir la Bota de Oro en 2010 gracias a sus 34 goles.

Su único punto negro es la selección. Con la albiceleste no ha podido rendir al mismo nivel que en el equipo azulgrana. Para que la música celestial de Messi suene a la perfección necesita una orquesta completa, con hombres como Xavi o Iniesta que le suministren pases precisos a sus desmarques. Argentina no le puede ofrecer eso, como pudo comprobar durante el Mundial de Sudáfrica. En 2010 sólo pudo marcar dos goles en 10 partidos.

Pese a la espinita con su selección, la progresión de 'La Pulga' parece no tener techo. Sólo tiene 23 años y sigue mejorando sus registros. En la presente temporada mantiene una lucha enconada con Cristiano Ronaldo por el 'Pichichi' de la Liga. Un estímulo más para mantener el ritmo y superar nuevos registros. La sensación, a día de hoy y si las lesiones le respetan, es que Messi puede levantar todavía varios 'Balones de Oro' más.