Robertas Javtokas: Víctima de la carretera, a 160 por hora

Conducía su moto a 160km/h. en dirección a Vilnius cuando en mayo de 2002, con sólo 22 años, fue víctima de un terrible accidente que no hizo temer por su vida pero estuvo a punto de acabar con su carrera deportiva. Robertas Javtokas chocó contra un coche que circulaba en sentido contrario, salió despedido varios metros y, aparte de quemarse con el asfalto una parte de su cuerpo, sufrió diversas lesiones en el cráneo, la columna, las rodillas, el fémur y los riñones. El nuevo pívot lituano del Power Electronics estuvo una temporada alejado de las pistas, pero se recuperó milagrosamente, cuando los médicos apenas le habían dado esperanzas para continuar en el baloncesto al haberse dañado un nervio de la espalda y una pierna que parecía irrecuperable.

Pasó un suplicio durante un año, porque su rehabilitación fue lenta y muy dolorosa, pero reapareció para sorpresa de todos completamente restablecido, en el equipo de su vida, el Lietuvos Rytas, donde se convirtió en el mejor pívot de la Liga lituana. Después emigró a Grecia -campeón de Europa con el Panathinaikos- y posteriormente a Rusia, para militar en el Dinamo de Moscú y en el Khimki de Scariolo, la pasada temporada. Incluso consiguió mantener la fuerza y capacidad atlética que le había llevado a conseguir el récord Guinness del mate a mayor altura, en una canasta a 3,65 metros, 60 centímetros por encima de lo reglamentario. Del accidente le ha quedado como 'recuerdo' una placa implantada en su pierna, pero Javtokas continúa impresionando por su físico (2,11), su musculatura y su capacidad de intimidación en la pintura.

"Puedo aportar músculo, defensa y todo lo que sea para ganar partidos", prometió durante su presentación con el equipo valenciano, con el que ha firmado por dos temporadas. El internacional lituano, ejemplo de constancia y esfuerzo, es un superdotado para el baloncesto. En 2001 fue elegido en el 'draft' de la NBA por los Spurs de San Antonio, aunque nunca llegó a jugar en la Liga norteamericana. Ahora agradece al Power que haya apostado por él para reforzar su juego interior, por darle esta oportunidad cuando no pudo seguir en un grande como el Panathinaikos, quizás por su mentalidad o su falta de sacrificio en los entrenamientos. "Me hace feliz que el Power piense que puedo ayudar", proclama a los 30 años este tímido lituano, hombre de pocas palabras, "más de hablar jugando al baloncesto".

Su especialidad es la defensa, los rebotes, los tapones y los mates, y su cruz, los tiros libres: un 35,5% con el Panathinaikos en la Euroliga de la campaña 2006-2007, y un 45,7% con el Khimki también en la máxima competición. En el Eurobasket de 2009 el porcentaje de acierto con su selección desde la línea de personal fue ridículo: el 21%. Sin embargo, en el año 2006 llegó a capturar 12 rebotes bajo su aro en un choque de la Euroliga contra el CSKA de Moscú, y cinco tapones frente al débil Brose Baskets alemán. Al Caja Laboral le metió 17 puntos el pasado mes de febrero. También impresiona por el gran tiburón que lleva tatuado en su fibroso brazo izquierdo, el mismo con el que mantiene a raya en la zona a pívots tan poderosos como él.