El barítono Plácido Domingo posa con la Reina tras la representación de 'Simon Boccanegra'. / Efe
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Plácido Domingo, récord de aplausos en el Teatro Real con su 'Simon Boccanegra'

El tenor, esta vez barítono, recibió 25 minutos de aplausos de los 6.000 espectadores asistentes con su interpretación de la ópera de Verdi

MADRID Actualizado: Guardar
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El tenor Plácido Domingo, esta vez barítono en pos de su 'Simon Boccanegra', ha deslumbrado al público dentro y fuera del Teatro Real de Madrid, donde arrancó la ovación récord del coliseo madrileño con 25 minutos de aplausos.

Con el palco del Real ocupado por la Reina Doña Sofía y con la ausencia sobre el escenario de Angela Gheorghiu, que fue sustituida a última hora por la albanesa Inva Mula, Domingo remató su representación subiendo al balcón a saludar a su público.

Ante los aproximadamente 6.000 espectadores que, según fuentes del coliseo madrileño, siguieron la ópera de Verdi a través de una pantalla de nueve por cinco metros, Plácido Domingo cantó, una vez en el balcón, el chotis "Madrid, Madrid, Madrid".

Simon Boccanegra, con su éxito atronador, pone un broche de oro a la temporada del Real tras pasar por Berlín, Nueva York o Milán. Además, esta representación supone el adiós de Jesús López Cobos al frente del Teatro, antes de dar el relevo a Gerard Mortier. A esta representación de Simon Boccanegra han acudido, además, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y el ex alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común Javier Solana.

"Seguimos con la roja"

Domingo, que ha sido comparsa de los éxitos deportivos del tenista Rafael Nadal en Wimbledon y de las selección española de fútbol en el mundial de Suráfrica, repitió henchido y esta vez refiriéndose a sí mismo aquello de "Campeones, campeones, oé oé oé".

Él había ganado la batalla al cáncer de colon que le extirparon el pasado marzo y el reto de volver sin más dilación para afrontar, además, un rol de barítono con el que ha arrasado en las óperas de Milán, Berlín o Nueva York. "Seguimos estando con la roja", espetó Domingo, que lucía el espectacular traje de terciopelo de este color, menos torero y más sangriento que el de los deportistas, para encarnar al dux genovés que da nombre y tiñe de tragedia la composición que Verdi estrenó sin éxito en 1857.

"Gracias por el entusiasmo", dijo Domingo encaramado al balcón bajo la pantalla que había hecho accesible el espectáculo a aquellos que, bien por el precio, bien por la velocidad con la que se agotaron las entradas, no pudieron estar dentro. Allí, el coro y la orquesta titulares del Teatro Real, la escenografía de sobria monumentalidad marmórea diseñada por Michael Scott y la iluminación de Wolfgang von Zoubek estuvieron a la altura de las circunstancias, igual que el resto del reparto vocal masculino: tanto Ferruccio Furlanetto como Marcello Giordani y Ángel Ódena no desaparecieron ante la templanza de un Plácido que revolucionó este domingo.