'Un fuego inesperado', la vida y la poesía que renace de las cenizas

Para el escritor jerezano Ricardo Rodríguez, la vida y la poesía son la misma cosa, 'Un fuego inesperado'. Una mecha que surge de repente, se consume y vuelve a renacer. La creación literaria constituye su medio de expresión, el cauce por el que transmite el resultado de una búsqueda interior constante, aunque no impaciente. La calma de la reflexión ha dado a luz un libro, el segundo publicado por Rodríguez, que hoy se presenta en la sede de la Fundación Carlos Edmundo de Ory, en el Centro Cultural Reina Sofía. El poemario, de la Colección DKV, Libros Canto y Cuento, se compone de escritos pensados y perpetuados en la última década. De hecho, Rodríguez ha recuperado para la ocasión 'Muerte de Patricia K', un poema escrito poco después de los atentados del 11-M. Un homenaje a la vida más joven que sesgaron las bombas terroristas en el que la luz se abre paso entre la tragedia. Misma filosofía que impregna 'Amanece en Lorca', en recuerdo a las víctimas del terremoto acaecido hace dos años y medio en la localidad murciana. «Me acerco a la tragedia como una especie de ensimismamiento, es una mirada hacia fuera, con pasión y con compasión para con lo que le ocurre a los demás», subraya el autor jerezano, que actualmente trabaja en la Fundación Caballero Bonald.

Su poesía de principios y valores, «de lo que uno piensa que tiene que ser» destila, explica, todo el componente ideológico que se le supone a la creación literaria. En este caso, «la sensibilidad hacia la sociedad que predica el progreso». El avance de la humanidad con el arma, precisamente, del humanismo. Porque no le gusta lo que ve fuera, la «falta de democratización de la justicia», Rodríguez bucea en lo positivo de las almas para dejar mensajes de esperanza. De ilusión por la mejoría, de cantos por la alegría.

'Un fuego inesperado' está estructurado en tres partes tituladas 'Las apariencias', 'Entre dos mundos' y 'Los otros'. El libro abre con una pieza en el que el poeta regresa a casa y se encuentra con la imagen de un hogar arrasado por las llamas. Entre los escombros y cenizas consigue rescatar tres elementos; un espejo roto que simboliza el yo poético; un reloj inservible, metáfora del paso del tiempo y una caja de música, imagen de la poesía. A partir de ahí, con lo poco que rescata, el autor trata de levantar de nuevo su sujeto lírico y construir una realidad poética donde, junto al dolor de la pérdida, aún es posible la esperanza. «Al final está, ahí, esperando, lo que pasa es que no ha llegado el momento en el que las personas sabemos utilizar el arma más importante con la que contamos, la inteligencia», subraya el jerezano al hilo del espíritu que vertebra todo el poemario.

Se trata de la segunda obra publicada por Rodríguez (Jerez de la Frontera, 1961). El autor realizó estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Cádiz, -donde dice, guarda muy buenos amigos- y posteriormente en la UNED. Publicó sus primeros poemas sueltos en algunas revistas y suplementos literarios, además del cuadernos 'Las sombras', y el libro 'Los ausentes' (Renacimiento, 2003). Actualmente trabaja en la Fundación Caballero Bonald, donde colabora en diversos programas literarios e imparte talleres de creación poética. Hoy, en el acto que comienza a las 19.30 horas en el salón de actos del Centro Cultural Reina Sofía, el autor estará acompañado por el escritor Manuel Ruiz Torres y el editor José Mateos. Al término de la presentación, que consistirá básicamente en una lectura de poemas, se servirá una copa de vino a los asistentes por gentileza de Tío Pepe.