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Obviedades

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No ha tardado mucho, pero lo que todos preveíamos se está cumpliendo. Existen muchos axiomas, pero el que nunca falla es el que dice «que la vida buena es cara, hay otras más baratas, pero no son tan buenas».

Los efectos colaterales de los recortes están dando sus esperados frutos. Si la Universidad pierde a miles de alumnos por la reducción drástica en el número de becas, si las inversiones en investigación rozan lo tercer mundista, si hasta el Ejército Español está sobredimensionado, las consecuencias de este desmantelamiento en el Sistema Sanitario está causando estragos.

Un reciente estudio, publicado el pasado 13 de junio por la prestigiosa revista médica anglosajona British Medical Journal, pone de manifiesto que los recortes de más de un 10% en los servicios en el Sistema Sanitario Español durante el 2012 han tenido repercusiones importantes en la salud de la población. Helena Legido-Quigley, profesora de la Universidad de Lleida y de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical del Reino Unido, coordinadora del estudio, concluye que en corto espacio de tiempo se ha producido un incremento alarmante en los casos de depresiones, trastornos relacionados con el consumo excesivo de alcohol y de suicidios. La limitación al acceso a determinados medicamentos, la no prescripción de fármacos de probada eficacia, la pérdida en la calidad asistencial tanto en atención primaria como hospitalaria, las intrincadas listas de esperas, la eliminación de procesos de la cartera de servicios, la exclusión de los emigrantes de las prestaciones sanitarias, los recortes en la ley de dependencia de las personas mayores y discapacitados, hacen que el Sistema haya perdido su reconocido prestigio.

Si no se adoptan medidas correctoras se espera un aumento de VIH y de tuberculosis, así como de otras enfermedades infecciosas y nutricionales relacionadas con la pobreza extrema.

Si bien España tenía uno de los gastos públicos más bajos en Sanidad como porcentaje del PIB en la Unión Europea (alrededor de 1.500 € por persona y año), su buena gestión y un sistema de protección universal, accesible y gratuito lo hacían uno de los mejores valorados a nivel mundial.

Al amparo de la austeridad impuesta, se han adoptado una serie de reformas desconectadas de la realidad social, ello conducirá al desmantelamiento efectivo de gran parte del sistema sanitario español, con efectos perjudiciales para la salud.

Aunque este estudio se centra fundamentalmente en Madrid y Barcelona, donde las medidas privatizadoras se han implantado de manera brutal, en Andalucía, a pesar del barniz socializador que le quieren dar las autoridades sanitarias, los recortes también se hacen notar, y de qué manera. Recortes de personal, reducción horaria de contratos, maquillaje en las listas de espera, reducción en el número de camas hospitalarias.

En poco tiempo retrocederemos al sistema sanitario de los años setenta.