El Gobierno de Bangladesh eleva a más de 500 los muertos por el derrumbe

El balance del derrumbe en Bangladesh de un inmueble donde funcionaban talleres de la industria textil superó ayer los 500 muertos, un accidente que ilustra las condiciones de trabajo de los obreros, del cual son en parte responsables las marcas occidentales, según la primera ministra Sheikh Hasina.

«Cuatro gigantescos generadores fueron instalados en cada uno de los pisos superiores donde estaban las fábricas de ropa, violando las reglas», declaró Main Uddin Khandaker, del Ministerio del Interior que dirige un equipo de investigación. «Cuando estos generadores fueron encendidos después de un corte de energía eléctrica crearon una vibración, y junto con la vibración de miles de máquinas de coser, desencadenaron el derrumbe», afirmó el investigador.

Un ingeniero que había señalado la fragilidad del edificio antes de que se derrumbara como un castillo de naipes, el 24 de abril, fue interrogado por la policía. A medida que progresaba el trabajo de las topadoras para sacar los escombros aumentaba considerablemente el número de cadáveres que se encontraban aplastados bajo toneladas de hormigón. Según el teniente Mir Rabbi, un responsable de la sala de control del ejército encargado de supervisar las operaciones de socorro, «el balance es ahora de 511 muertos». El jueves al anochecer era de 441. Los socorristas temen que todavía haya decenas de cadáveres bajo las ruinas del Rana Plaza, un inmueble de ocho pisos que se desplomó en Savar, una ciudad situada a unos 30 kilómetros al noroeste de Dacca, la capital.