Estado en el que quedó el coche tras el accidente. :: EFE
ESPAÑA

El Gobierno no da crédito a que el coche de Carromero fuera embestido por otro

El dirigente de Nuevas Generaciones asegura ahora que el siniestro en el que murió el disidente cubano Oswaldo Payá fue provocado

MADRID. Actualizado: Guardar
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El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, no tiene constancia de que el coche que conducía Ángel Carromero por una carretera cubana y en el que murieron los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero fuera embestido por otro vehículo antes de producirse el mortal accidente.

García-Margallo respondió así a las primeras declaraciones realizadas por el dirigente de Nuevas Generaciones desde su regreso a España el pasado 29 de diciembre. En una entrevista a The Washington Post este negó, al contrario de lo que confesó en el juicio, ser el responsable del accidente por el que la justicia cubana le condenó a cuatro años de prisión por un doble homicidio involuntario.

El cambio de versión ofrecido por Carromero no parece contar con el beneplácito del Ministerio de Asuntos Exteriores. García-Margallo insistió ayer en que lo único que conoce sobre lo ocurrido son los datos de los telegramas que recibió de la Embajada española en La Habana y el memorándum de entendimiento que firmó el cónsul con las autoridades cubanas para facilitar la repatriación del condenado, un documento en el que se reconoce la validez del proceso judicial y que, además, contó con el consentimiento del propio Carromero, resaltó.

Tras consumarse el regreso del militante popular, el titular de Exteriores prefirió dar carpetazo al asunto al considerar cumplida la labor de su departamento y no querer complicar futuras negociaciones similares con el gobierno cubano. En esta línea, el pasado 28 de febrero el ministro llegó a recriminar en el Congreso a la diputada de UPyD Irene Lozano el poner en duda de las causas de la muerte de los dos disidentes. No dudó incluso en culparla en el caso de que Cuba no autorice como sí hizo en el caso de Carromero la posible repatriación de los cuatro españoles que se encuentran actualmente en la isla a la espera de sentencia. «La responsabilidad de que esas personas no vuelvan dependerá de afirmaciones tan gratuitas como las que ha dicho aquí su señoría», espetó entonces García-Margallo a la diputada de UPyD.

A 70 kilómetros por hora

Carromero asegura ahora que un coche perteneciente a los servicios de seguridad cubanos les siguió y que en un momento dado los echó de la carretera cuando viajaban a 70 kilómetros por hora. Sostiene que tras el siniestro perdió el conocimiento y que se despertó momentáneamente en una moderna furgoneta donde ya no se encontraban sus acompañantes. Un tiempo después volvió a recobrar la conciencia en una habitación de un centro médico, ya bajo la custodia de un militar. Allí le avisaron de «tener cuidado» con lo que declaraba porque las cosas podían irle «muy bien o muy mal».

Carromero también afirma que durante las semanas siguientes se le inyectó una sustancia que lo mantuvo en estado de letargo, que fue aprovechado por las autoridades cubanas para hacerle firmar una confesión de culpabilidad. Añade que debido a las drogas que se le suministraron ahora sufre frecuentes «pérdidas de memoria».