Los vecinos de Alaska y Mario están hartos de los fans de la pareja

La fama es un bien muy preciado para artistas y famosos pero el problema surge cuando tan codiciado atributo impide llevar una vida normal. Los vecinos de Alaska y Mario Vaquerizo están hartos de ser importunados por los incansables fans que se acercan hasta su piso para conocer a la pareja. Están cansados de que la gente 'acampe' en su portal, ubicado en una céntrica calle cercana a la Gran Vía para, en un golpe de suerte y con mucha paciencia, lograr ver a sus ídolos.

La casa de la mediática pareja se hizo conocida después de aparecer en el reality de MTV Alaska y Mario. El programa mostraba el día a día del matrimonio y enseñaba todos los vericuetos de su casa: desde los armarios con las miles de camisetas de Mario, hasta el salón con sus famosas sus cortinas rosa o los coloridos flamencos que decoran el inconfundible su balcón. Sin embargo, tanta exposición televisiva ha provocado que la casa se convierta en un punto de paso obligado de los fans que no tienen piedad con las horas de descanso de los vecinos cuando llaman al timbre a horas intempestivas. Alaska y Vaquerizo han intentado poner freno a la situación colocando junto al 'telefonillo' varios escritos donde aclaran cuál es su timbre, dónde pueden contactar con ellos vía correo normal. Además piden que no llamen a los timbres para no molestar al resto de vecinos que están llegando al límite de su paciencia y se quejan de que antes del reality su comunidad siempre había sido muy tranquila. «¿Por qué tenemos que soportar los inconvenientes de la fama siendo ciudadanos anónimos?, protestan.