CUIDADO PROFESIONAL

Mente fuerte para un cuerpo sano

El nivel físico, el tiempo de rehabilitación y la motivación por volver a estar en forma explican los cortos periodos de recuperación de los deportistas tras una lesión. Aunque los avances tecnológicos ayudan

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Domingo, Gran Premio de Catalunya de motociclismo. Julián Simón, piloto de Moto2, salta por los aires tras ser arrollado por el turco Kenan Sofouglu y se destroza la tibia y el peroné. Simón, todavía con el susto en el cuerpo, se encomienda al doctor Ángel Villamor, un mago de la medicina que solo 48 horas antes ha operado de la rodilla al rey Juan Carlos. Cuando Villamor sale del quirófano, no es capaz de detallar en cuántos fragmentos se desintegraron los huesos del piloto, pero sí revela que tuvo que utilizar 30 clavos para reconstruir la pierna.

Una operación de máxima dificultad cuya recuperación requeriría seis meses en condiciones normales. Pero Julián Simón no puede emplear ese tiempo. Él necesita volver a la pista cuanto antes para que sus rivales no se escapen en la clasificación del Mundial, así que cogerá su moto otra vez y se peleará a más de 200 kilómetros por hora solo cinco semanas después del brutal accidente de Montmeló. «Aunque ya me está regateando para volver incluso antes», bromea Villamor.

«¿Y por qué Julián Simón se recupera en cinco semanas de una rotura de tibia y peroné y yo necesito seis meses?», puede preguntarse cualquiera. Los expertos en medicina deportiva responden a esta cuestión cada vez que preparan un plan para un paciente ‘normal’. «¡Hasta la abuelita que se ha roto un hueso lo pregunta!», explica el doctor Mikel Sánchez, el genio que puso a punto las rodillas de Rafa Nadal. Y la primera respuesta parece obvia: «A todos les recordamos que sus condiciones previas, su nivel físico antes de la lesión, no son las mismas que las de un deportista de alto nivel».

La relación del lesionado con la actividad física y con el tiempo ayuda a los recuperadores a establecer una ‘hoja de ruta’. «Un deportista profesional parte de un nivel muy alto, pero, además, puede dedicar 24 horas al día a reponerse, mientras que una persona normal debe compaginar la rehabilitación con su trabajo», cuenta el osteópata deportivo José Vilariño, que ha tratado en la clínica Axis de Pamplona a futbolistas como Bojan, Raúl García o Cuéllar y a toreros como José Mari Manzanares.

La ecuación es simple: cuanto más tiempo se dedique a la recuperación, antes volverá el paciente a hacer vida normal, y el deportista tiene todo el día para pensar solo en ponerse a punto, sin más ocupaciones ni preocupaciones. El método de Vilariño consiste en empezar a trabajar cuanto antes en la zona lesionada. Así, apenas dos días después de sufrir una lesión, el fisioterapeuta comienza a masajear la zona y a forzar la articulación. «Si se deja pasar tiempo, se pierde masa muscular y entonces sí que la recuperación se retrasa», agrega el osteópata. Los deportistas, por tanto, están más preparados para empezar antes y, de esta forma, también para terminar antes.

Un ejemplo

Sin embargo, hay un motivo, quizá el más importante, que no tiene que ver con el cuerpo, sino con la cabeza: la motivación, las ganas de superarse, el afán por llegar un paso más allá, por no dejarse comer el terreno que ha costado tanto conquistar. El torero Juan José Padilla lo sintetiza en una frase: «Hambre de triunfo».

Los médicos cuentan que han visto pocos cuerpos tan castigados como el de Padilla. El 14 de julio de 2001, en la última corrida de la Feria de San Fermín, resultó corneado en el cuello. Según las crónicas, fue un «cornadón» que casi le mata. Padilla fue trasladado del coso a la UCI: los médicos le dijeron que había salvado la vida de milagro y que ni pensara en reaparecer en muchos meses.

Tras permanecer once días en Cuidados Intensivos y tres en planta, Padilla se ‘escapó’ del hospital y toreó en Santander. Apenas dos semanas después de la cogida. Fue el triunfador de la Feria de Santiago. «Es una cuestión de corazón. He trabajado muy duro para llegar hasta aquí porque nadie me ha regalado nada, ni a mí ni a ningún torero. No me puedo permitir perder una temporada», señala el torero.