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«Quiero saber qué mueve a las personas»

Iñaki Gabilondo estrena esta noche en Canal + un programa de entrevistas a su medida:«Me apetece estar activo, pero no prisionero»

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Iñaki Gabilondo cambia de velocidad. A sus 68 años y con 47 cumplidos en la profesión se permite el lujo de acudir a trabajar sin reloj. El periodista vasco, que salió de la televisión tras el cierre de CNN+ en diciembre, regresa con ‘Iñaki’ en Canal +, un programa de entrevistas a su medida. Charlas reposadas en un ambiente íntimo, la antítesis de los corrillos donde se conversa a voz en grito. Hoy, a las 21.00 horas, se estrena con Mario Vargas Llosa. No piensa invitar a políticos.

– ¿Cuántas novias le salieron tras el cierre de ‘CNN+’?

– Me ofrecieron muchas cosas y se acercaron muchas personas. Me pareció un detalle cojonudo el ofrecimiento de La Sexta. Se lo agradecí, les dije que no y nos fuimos a cenar. Quiero estar activo, no prisionero, y deseaba dejar atrás la tiranía de un horario diario. Eso sí, desde que dejé CNN+ no he tenido ni una pausa de quince segundos.

– Dice que no va a hacer entrevistas. ¿Qué va a hacer entonces?

– Son conversaciones, me apetece hablar con la gente despacio, entrar a tocar la tecla de las cosas que les mueven, saber qué motor empuja a Edurne Pasaban a arriesgar su vida, por ejemplo. A todos los seres humanos les mueve un fuego por dentro. Soy curioso, me interesa de verdad la gente.

– Charlas en un ambiente íntimo y minimalista...

– Mesa negra, suelo negro y buena iluminación para que el ambiente sea cálido. En el plató no hay nada que estorbe, es ideal para charlar sin distracciones.

– ¿Se le oirá entre el griterío?

– Canal + tiene otro público, otras intenciones, no vive de las peleas de la audiencia. No está inmerso en ese juego.

– No depender del audímetro tiene que dar una tranquilidad...

– Este programa es muy liberador porque no tengo que estar pendiente del reloj, ni de la actualidad ni de la audiencia. Hasta ahora no he tenido muchas oportunidades de estar liberado de estas tres circunstancias.

Un torero... ¿por qué no?

– ¿No anhela las grandes audiencias de antes?

– No, no, qué va. Yo ya he conocido esas emociones, tengo las ansiedades profesionales cubiertas. Sé lo que es tener premios, grandes audiencias y no soy adicto a eso. Porque también tiene sus servidumbres y te hace vivir con una gran tensión. Nunca he tenido obsesión por esas cosas.

– Invita al estreno a Mario Vargas Llosa.

– Sí, le llamé y me dijo que encantado. Quiero hablar despacio de cómo sueña mundos que no existen. Me apetece empezar con alguien de nombre, pero tampoco tienen por qué ser invitados muy famosos. Quiero que venga quizá un gran astrónomo que nos emborrache sobre el firmamento. Lo que no va a haber son políticos.

– ¿Por qué?

– Los políticos están metidos en charlas tan electoralistas que no se puede hablar con nadie que no esté atrapado por esas exigencias, y acabaría haciendo la entrevista que no quiero. Ahora les veo en una competición tan feroz...

– ¿Charlaría con alguien del mundo rosa?

– ¿Por qué no? No tengo prejuicios ni creo eso de que entrevistar a un político es bueno y entrevistar a un torero es malo. Otra cosa es que igual no me interesa su peripecia.