El partido que pide para Jerez su propia provincia

En Jerez hay quien no lo piensa. Quien lo piensa y no lo dice. Quien lo piensa y solo lo defiende en público cuando no le queda más remedio, eligiendo bien las palabras y con la boca pequeña. Y luego está Antonio Conde. El candidato de IPJ lo piensa, lo dice, y además confía en contar con el peso político suficiente, en el futuro gobierno municipal, como para poner el tema sobre la mesa: «A Jerez se le debe su propia provincia». «Porque ni yo ni muchísimos vecinos de esta ciudad nos sentimos gaditanos».

Conde, que conoce el pleno (ha sido concejal en la última legislatura), dice que las elecciones en Jerez no se saldarán con una mayoría absoluta, que habrá que pactar, y espera que IPJ «en ese marco de acuerdos, sirva para poner un poco de coherencia, ya que apoyaremos las medidas que la ciudad necesita, vengan de donde vengan». En el paquete de prioridades esenciales está la lucha contra el desempleo. En el campo de las «reivindicaciones de nuestra identidad» está retomar la idea «una novena provincia, independiente de la de Cádiz». «Somos el único partido que le ha dicho las cosas claras a Teófila Martínez: no consentimos que vengan a imponernos nada desde Cádiz. Lo dejamos bien claro cuando querían cambiarle el nombre al aeropuerto. Ni por asomo», sentencia.

Para Conde, Jerez vive constantemente una serie de agravios comparativos con la capital que «hay que corregir». «En la Bahía ha habido varios planes de reindustrialización. En Jerez ninguno. Nosotros hemos pagado en solitario el canon del circuito, y de eso se ha beneficiado la provincia entera. Así no se ‘hace provincia’. Desde luego que no». También se refiere al «patrimonio expoliado» por Cádiz. «Nuestra ciudad hermana tiene unos zurbaranes que pertenecen a la Cartuja de Jerez y que deberían devolvernos, en señal de buena vecindad. Les agradecemos el tiempo que los han tenido, cómo lo han cuidado, pero ya es hora de que regresen a su sitio». «Son ese tipo de cosas las que nos impiden que nos sintamos gaditanos. Ni nuestros militantes, ni nuestros simpatizantes, ni una gran masa social de esta ciudad encajan en esa definición».

Desde IPJ reconocen que ese sentimiento de «jerezanía», como «expresión de una identidad propia», lo tienen «todos los militantes de mi partido». «Eso no significa que no queramos llevarnos bien con nuestros vecinos, pero sin renunciar a lo que pensamos; tampoco significa que vaya a ser el primer tema en el que nos centremos, si tenemos responsabilidades de gobierno; pero, en un futuro, es algo que vamos a recobrar, incluso desde la oposición».