La Feria de Primavera le hace hueco al ‘botellón’

A la una del día, con un sol de justicia y el levante haciendo de las suyas, apetece la primera copa. Una ‘maceta’ de rebujito o un ron con coca cola y mucho hielo. Juan Pedro, Ana María y Rocío, cargados con sus ‘lotes’, cogen sitio en el albero de la portada, pero por poco tiempo. No les ha dado tiempo ni a sacar los vasos cuando un policía local se acerca y les advierte que este año no pueden hacer ‘botellón’ ahí. Obedientes, recogen de inmediato y se marchan a la zona de ocio juvenil, una de las novedades de la Feria de Primavera 2011. Los tres amigos, de entre 18, 19 y 20 años, solo tienen que caminar unos metros para llegar a su territorio. Un espacio integrado en la propia feria, junto al puente de la A-491, en el que se concentran las casetas más juveniles o ‘marchosas’.

Con esta medida el Ayuntamiento ha acabado con un mal endémico: la mala imagen que el ‘botellón’ en la portada suponía para la Feria. Las grandes concentraciones de jóvenes que se montaban de forma improvisada desde primera hora de la tarde entorpecían el paso a los visitantes y estropeaba la estampa del acceso al recinto de Las Banderas. A punto estuvo la delegación de Fiestas de contratar el año pasado una carpa para solucionar el problema de un plumazo. Pero lo precipitado de la medida y la ausencia de consenso con los colectivos implicados hizo desechar la idea. Esta reubicación del ‘botellón’ en un flanco del real, con vigilancia policial y salida de emergencias sí ha sido fruto del acuerdo entre Ayuntamiento, caseteros y jóvenes y ha costado no pocas reuniones del Consejo Local de la Juventud. «Pues a mí no me gusta. ¿Se creen que somos cabras para tenernos encerrados?». Alfonso Ramírez bebe a sorbitos por la pajita de su maceta de ‘rebujito’. «A mis amigos y a mí nos gusta más la portada. Es más de la Feria, debajo de las luces. Y teníamos los poyetes para sentarnos». Otros chicos, como el grupo de Juan Pedro, Ana María y Rocío, lo ven desde otro punto de vista. «Estamos más cómodos. Tenemos las casetas que nos gustan y no molestamos a nadie. Y podemos bailar algo que no sean sevillanas y rumbas». Precisamente la Policía Local ha levantado ya cuatro actas de casetas con música inadecuada.

La jornada de ayer registró una importante entrada de visitantes, sobre todo jóvenes, y así se evidenció por las calles del real. Mucha gente paseando con vasos en la mano, grupos de amigos en torno a una jarra de rebujito... pero los caseteros no llenaron las mesas y se quejaron de que la afluencia de público ha caído con respecto al año pasado.