suplemento v

José Antonio Tazón, el directivo mejor pagado de España

El regreso a Bolsa de Amadeus, la empresa que contribuyó a fundar, le ha convertido en el mejor asalariado

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuando se habla de ganancias multimillonarias, lo normal es que uno piense en artistas consagrados o futbolistas de élite, seres tocados por el dedo divino que han logrado hacer realidad el viejo sueño alquimista de transmutar en oro sus rutinas de plomo. En ese selecto club integrado por los que cuentan sus retribuciones anuales en millones de euros figuran también los directivos de algunas de las grandes empresas españolas. Nombres como los de Emilio Botín y Francisco González, presidentes del Santander y del BBVA, son ya clásicos en las listas de los mejor remunerados. Tampoco suelen faltar en ese ranking los máximos responsables de empresas como Iberdrola, Repsol y Telefónica. Año a año cambian las posiciones, pero los nombres casi siempre son los mismos. En el último ‘top ten’ de los mejor pagados, sin embargo, se ha colado una figura a la que es difícil poner rostro. Se trata de José Antonio Tazón, presidente del consejo de administración de Amadeus, la empresa que suministra tecnología al sector de viajes.

Tazón ha irrumpido en la tabla y además lo ha hecho con fuerza. Este ingeniero de telecomunicaciones de origen leridano se ha aupado a los puestos más altos gracias a la generosa retribución –10 millones de euros– que percibió en su calidad de exdirectivo, después del regreso a Bolsa de Amadeus. La vuelta al mercado de valores ha significado en realidad una fiesta para la mayor parte de la plantilla de la firma (7.778 empleados), que se repartió el año pasado 296,3 millones de euros. Los más beneficiados fueron los integrantes de la cúpula de la compañía: a los 10 millones que fueron a parar a Tazón hay que sumar otros 45 distribuidos entre los directivos. Descontado ese apartado, cada trabajador percibió una media de 28.000 euros.

Tazón abandonó en 2008 la máxima responsabilidad ejecutiva de Amadeus y se convirtió en el presidente de su consejo de administración. El ingeniero tiene poco que ver con el estereotipo del gestor contratado para llevar las riendas de una sociedad. En realidad puede decirse que Amadeus, una compañía única en su género y sin competencia en el mercado europeo, ha sido modelada en buena parte por sus propias manos.

Hotel en San Francisco

Hay que remontarse unas cuantas décadas para rastrear los orígenes de su carrera profesional. Empezaban los setenta y un joven ingeniero de Telecomunicaciones, que también estaba licenciado en Informática, saltaba el charco para trabajar en la compañía estadounidense NCR. Nada más llegar a Ohio, su primer destino, Tazón se dio cuenta de dos cosas: que su inglés era muy pobre y que iba a tener que trabajar muy duro para superar la barrera tecnológica que había entre España y EE UU. En aquel entonces la informática estaba aún en pañales, pero los ingenieros estadounidenses formaban la avanzadilla de una revolución que ni los más visionarios acertaban a pronosticar. Uno de sus primeros trabajos fue transformar una caja registradora en una terminal ‘on line’. «Aprendí a base de libros; fue difícil pero funcionó», rememora en una de las muy contadas entrevistas que ha concedido.

Muy pronto fue nombrado jefe de proyecto en un equipo que trabajaba en un sistema ‘on line’ para hoteles. «Tardamos unos dos años y durante ese tiempo tuve que transformar mi ignorancia total en una especialización en programación y computación». Fue durante la puesta a punto de ese sistema, que entró finalmente en funcionamiento en un hotel de San Francisco, cuando Tazón perfeccionó los conocimientos que años más tarde le servirían para desarrollar la tecnología que ha hecho de Amadeus la principal compañía de suministro de herramientas informáticas al sector de viajes: «El sistema se ha ido adaptando a lo que la industria generaba, pero es básicamente el mismo, aunque aquellos ordenadores puedan parecernos hoy instrumentos prehis-tóricos».

La carrera profesional de Tazón dio un giro cuando Iberia se interesó por sus servicios. Para entonces se había casado y el matrimonio tenía ya dos hijos. «Me vine a España en gran parte porque trabajar en una compañía aérea hacía que viajar fuera más fácil y eso me venía muy bien debido a que mi mujer es mexicana». Durante diez años se ocupó del proceso de datos de la aerolínea española, un observatorio privilegiado para rastrear las tendencias que iban a revolucionar el mundo del turismo. En 1987 las principales compañías aéreas europeas se aliaban para crear una empresa destinada a promover un sistema de gestión de reservas capaz de plantar cara al desarrollado por American Airlines al otro lado del océano. La firma recibió el nombre de Amadeus y Tazón formó parte del equipo de cuatro personas encargado de ponerla en marcha. El ingeniero pasó los tres años siguientes cerca de Munich, ocupado en levantar la sede alemana de Amadeus. En 1990 ascendió a la presidencia de la compañía y se trasladó a Madrid. «En Alemania fue cuando cerré el ciclo que supuso tener cuatro hijos y ninguno de ellos nacido en España», cuenta.

Quienes han trabajado con él aseguran que es un «visionario». Es quizás esa facultad la que llevó a Tazón a hacer de Amadeus una de las principales multinacionales españolas. Una de sus divisas, herencia sin duda de su formación profesional, fue priorizar al máximo la vertiente tecnológica de la compañía. «Amadeus tenía que ser algo más que un distribuidor o un comerciante», explica. El sistema de gestión de reservas de viajes que lleva su nombre es la principal fuente de negocio de la firma, cuya tecnología es utilizada por agencias y líneas aéreas de todo el mundo. Cualquiera que acceda a internet para hacer una reserva de viaje se topará más pronto o más tarde con la herramienta desarrollada por la multinacional española.

Probablemente ha sido el principal artífice del éxito de la compañía, pero Tazón es un desconocido para la gran mayoría de los españoles. No le gusta aparecer en los medios de comunicación y ha rehusado ponerse en contacto con V para la elaboración de esta información (todos los entrecomillados han sido extraídos de declaraciones hechas a la revista ‘Savia’ que edita Amadeus). Sí participa ocasionalmente en jornadas donde expone sus fórmulas para la gestión de empresas. En una de ellas, celebrada hace cuatro años en Madrid, dijo que desde que tomó las riendas de Amadeus había intentado que la compañía se convirtiese en «la Coca-Cola del software del turismo y las líneas aéreas». Un eslogan sencillo y directo que este discreto ingeniero leridano, aupado a la élite financiera, ha sabido en buena medida hacer realidad.