Xerez 3 - girona 1

La leyenda continúa

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La efectividad azulina en las jugadas de estrategia le sirvió al Deportivo para imponerse a un gran Girona

jerez. Era un día importante para el xerecismo. Vicente Moreno, el hombre que más veces ha defendido el escudo del Xerez Deportivo, cumplía su partido número 400. Pero en los planes de nadie entraba que Vicente fuera capaz de celebrarlo por todo lo alto. El valenciano tiró de orgullo, marcó dos goles y remontó un partido que el Xerez tenía perdido –por juego y resultado–. Dos tantos importantes que encarrilaron la victoria del Deportivo, pero también dos goles importantes para la historia xerecista y para la leyenda de Vicente. Gigante Moreno.

Tuvo que ser el central el que salvara el día, pues el Girona hizo muchos méritos para llevarse algo más de Chapín. De hecho, la puesta en escena de los visitantes sorprendió. Ni los xerecistas, ni Javi López esperaban un equipo que saliera a buscar el partido como lo hicieron los catalanes, pues Raúl Agné cambió el guion. En lugar de colocar el autobús, retrasar líneas y esperar al Xerez bien resguardado y juntito en su campo, el Girona se plantó en Chapín con la firme intención de adelantarse en el marcador, tener la pelota y dominar el centro del campo. Gracias a una fuerte presión que iniciaban los delanteros y se incrementaba en la zona ancha, los xerecistas apenas podían salir de su campo. El inicio de la jugada era espeso y torpe y cuando el balón asomaba por el círculo central se imponía la superioridad numérica de centrocampistas del Girona.

El primer cuarto de hora fue al completo para los visitantes y los frutos de su buen juego no tardaron en llegar. Un preciso pase desde el flanco derecho del centro del campo del Girona se coló a la espalda de los centrales. Despotovic se desmarcó en diagonal soltando la marca de David Lombán y sorprendiendo a un Vicente Moreno que se quedó clavado esperando un fuera de juego que nunca se marcó. El delantero serbio le pegó sin controlar. Potente disparo cruzado que puso la bola muy lejos del alcance de Chema y que hacía justicia con el fútbol que se estaba viendo en la fría noche de Chapín.

El tanto no hizo reaccionar al Xerez ni cambiar el planteamiento de un Girona que se sentía cómodo monopolizando la posesión de balón. De hecho, pudo llegar el segundo diez minutos después con otro gran disparo cruzado, esta vez de Moha, que salió muy cerca del palo.

A Javi López no le gustaba nada lo que estaba viendo sobre el prado porque la sangre ya había llegado al río y el Girona se encontraba con el escenario deseado. Por eso el técnico realizó uno de esos cambios que revienta a un futbolista. El crono acababa de superar el minuto 30 cuando Cordero vio en la tablilla electrónica su dorsal. El de Lebrija –que ya había visto una cartulina amarilla– debía dejar su puesto a Héctor Font ya que Javi López necesitaba una solución para que comenzara a funcionar el centro del campo xerecista. El cambio fue extraño, pero cómo se puede analizar. ¿Se puede afirmar que el técnico azulino reconocía su erróneo planteamiento inicial?, ¿acaso esperaba otro Girona?, ¿era Cordero el culpable de los males del Deportivo? Solo Javi López sabe qué paso por su cabeza en esos momentos.

La acción del catalán no tuvo una buena reacción ya que el Girona continuaba realizando una efectiva presión adelantada y los azulinos no lograban sacudirse el dominio de los visitantes. Hubo que esperar hasta el 40’ para ver la primera ocasión medio decente de los xerecistas con un cabezazo alto de David Lombán tras un saque desde la esquina.

La acción del central sí que espabiló a un Deportivo que realizó su primer disparo entre los tres palos en el 43’. José Mari, ¿quién si no? controló un balón largo, pisó área y solo una rápida acción de reflejos de Santamaría impidió que anotara su noveno gol. El córner permitió que el sevillano volviera a rematar, pero esta vez su cabezazo no encontró puerta y los xerecistas se fueron al vestuario por debajo en el marcado.

Moreno, al rescate

En la reanudación la situación no cambió. El Girona continuó dominando el centro del campo, moviendo la bola con tanta velocidad como precisión y llegando a la portería azulina. De hecho, Chema tuvo que salvar alguna que otra vez lo que hubiera sido el segundo tanto del Girona.

Pero era el partido de Vicente Moreno, era el encuentro marcado para que la leyenda creciera, para que el futbolista que más veces ha vestido la camiseta azulina remontara el partido y diera un argumento más para ocupar el principal pedestal del xerecismo. Vicente nunca se ha caracterizado por un juego vistoso, por su velocidad ni por su regate. El análisis superficial hizo que algún ciego futbolero se atreviera a afirmar que el valenciano es de los que nunca hace nada, pero ayer Moreno volvió a desmontar que no suele marcar goles con la izquierda, pocas veces lo hace con la derecha y alguno que otro lo hace con la cabeza, pero todos, absolutamente todos los mete con el escudo del Xerez Club Deportivo. Marcó el día que el xerecismo tocó el cielo con las manos, repitió en la catedral del fútbol con un impresionante tanto en San Mamés y lo hizo por partida doble el día que cumplía 400 partidos como xerecista. Solo se puede decir que su leyenda no hizo más que engrandecerse.

Pese a la grandeza de Moreno no se puede dejar de lado el partidazo del Girona, ni se puede olvidar que el segundo gol del Xerez llegó después de la expulsión de Dani Bautista. Pero nada de eso pasará a la historia, ya que todo quedará solapado por las letras de oro con las que Vicente escribió su partido 400 el día que el Deportivo alcanzó los 27 puntos, se consolidó en la zona de ‘play off’ y se fue de vacaciones con la mitad de los deberes hechos.