PSOE y PP se ven forzados a debatir en el Congreso sobre la revisión de las pensiones

Los diputados socialistas y populares del Congreso están 'obligados' a negociar sobre la congelación de las pensiones, principal escollo que impide que la reforma de estas prestaciones se produzca por acuerdo. Los contactos entre ambos grupos son el único camino para recuperar el espíritu de consenso que siempre ha imperado en la comisión del Pacto de Toledo, en la actualidad roto por la decisión unilateral del Gobierno de dejar sin revalorizar las rentas de los jubilados en 2011 y de aplicar de golpe el endurecimiento del retiro parcial.

Miembros del Ejecutivo han declarado en los últimos días que los pensionistas afectados por la congelación serán compensados cuando la economía se recupere. Para el PP la promesa carece de sentido, puesto que la indemnización, dada la lenta salida de la crisis, se pospondrá a la siguiente legislatura, como muy pronto al año 2013.

Alternativa

Para los populares una salida a esta situación de enfrentamiento sería que el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, llevara al debate del estado de la nación una alternativa a la congelación. «El ahorro calculado se limita a 1.300 euros, dinero que se puede sacar de otros capítulos de gasto», planteó el responsable del PP en el Pacto de Toledo, Tomás Burgos.

Los socialistas no comparten esta idea porque la congelación «ya está en Bruselas y la propuesta no se puede cancelar ni dar marcha atrás». Algunos diputados del PSOE han intentado, sin éxito, suavizar la congelación con la exención de aquellas pensiones que, sin ser mínimas, se queden por debajo de una cantidad determinada.