Sociedad

Bailando con Costner

El actor recupera su faceta de cantante veinte años después de que le apaleara la crítica musical

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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A Kevin Costner, a sus 55 años, le ha dado por ser estrella de rock. Dice que es «más feliz con la música que con el cine» y se lo toma muy en serio. Ayer se mostró pletórico ante la prensa en el lujosísimo hotel Me, junto a la playa de Barcelona, y no dudó en enchufar a los periodistas una de las canciones de su último disco, 'Turn it on', que definió como «puro rock and roll».

Con moreno cegador de yate, glamurosas gafas de sol e irresistible porte de galán de cine -que además se lo cree-, desplegó todos sus encantos para defender su recuperada faceta de cantante. «La esencia de mi corazón es actuar. La música es el segundo milagro de mi vida», aseguró con tono sensiblón. Ha escogido España para iniciar su gira europea con su banda de country Modern West. Tras sus dos conciertos en el Palau de la Música, actuará mañana en el Palacio de Congresos de Madrid.

Fue precisamente durante una gira promocional de una película en España cuando se le encendió la bombilla y decidió que el siguiente salto de su carrera lo daría sobre un escenario. «En el estreno de 'Trece días' en Madrid, hace nueve años, recibí tanto afecto de la gente que sentí que tenía que ofrecerles algo más que simplemente mi presencia. La relación con el público en un concierto de rock es mucho más directa». Ese fervor del público español puso de manifiesto que no fue casualidad que el número de niños con el nombre de Kevin se multiplicara en los 90. «Eso responde a los milagros del cine», dijo el actor entre carcajadas.

Estudiante de piano

El Kevin Costner niño ya estudiaba piano clásico en California. «Mi madre y mi abuela me obligaban a asistir a esas lecciones igual que a cualquier niño se le obliga a comer verdura», admite. Porque lo que realmente le gustaba era el rock, que escuchaba a escondidas, ya que su familia lo consideraba «algo sucio». Le apasionaban «los Beatles, los Four Seasons, la Motown y la generación que surgió en San Francisco con The Doors y Cream».

Probó suerte frente al micrófono en los años 80, pero su banda, Roving Boy, fue apaleada por la crítica. La amarga experiencia le mantuvo alejado de los escenarios durante 20 años. «Nunca he llegado a olvidar aquellos crueles comentarios sobre mis canciones, por eso me ha costado tanto tiempo decidirme a volver». Costner reconoce que fue su mujer, Christine, quien le convenció para que desenfundara su guitarra. «Me dijo: ¿de qué tienes miedo?, ¿de lo que alguien a quien ni siquiera conoces pueda opinar sobre tu música?». Así que Costner decidió vencer el miedo y lanzarse a su nueva aventura. «De todas maneras estoy acostumbrado a meterme en situaciones en las que puedo fracasar estrepitosamente», reconoce burlón, en directa alusión a sus estrepitosos fracasos cinematográficos. 'Waterworld' y 'Mensajero del futuro' son sólo algunos de los barcos hundidos que se empeñó en capitanear como productor. De momento, este padre de cinco hijos, el último de ellos de sólo un año, está recibiendo mejores críticas como cantante que como actor.