España paga su falta de motivación con la sexta plaza

La selección española de balonmano ha cerrado con una sexta plaza su participación en el Campeonato de Europa, tras perder por 34-27 ante Dinamarca, en un encuentro en el que España ha evidenciado haber ya dado por concluido el torneo al quedarse sin opciones de medalla. Sin nada ya en juego, salvo la posibilidad de disputar un nuevo partido ante una de las mejores selecciones del Mundo, Valero Rivera ha apostado por dar continuidad a los jóvenes Eduardo Gurbindo y Mikel Aguirrezabalaga tal y como ya hiciera ante Eslovenia.

Sin embargo, en esta ocasión, ni el jugador del Pevafersa Valladolid ni el del Reale Ademar de León han conseguido, al menos de inicio, dar la continuidad necesaria al juego ofensivo español, que ha tenido muchas dificultades para superar la defensa danesa. Un 6-0 con continuas salidas que han provocado numerosas pérdidas del conjunto español, que rápidamente se ha visto por detrás en el marcador (8-6), ante un equipo danés que ha parecido desde el inicio más centrado en el encuentro. Dinámica que el técnico español ha tratado de cambiar con la entrada de dos lanzadores como Alberto Entrerríos y Cristian Malmagro, que con dos goles casi consecutivos (9-9) ha parecido dar la razón a Valero Rivera.

Pero hoy España, que prácticamente ha dado por cerrado el torneo tras quedar fuera de las semifinales el pasado jueves, no ha estado con la cabeza puesta en Viena, una circunstancia que no ha tardado en reflejarse en el juego español. Especialmente en defensa, donde la selección ha concedido más facilidades de las debidas ante todo un campeón de Europa como Dinamarca, que no ha desaprovechado la situación para escaparse casi definitivamente (15-10) en el marcador.

Una renta que ha provocado que España, víctima de las prisas, olvidara una de las mejores cosas que ha tenido durante el torneo, la paciencia necesaria en ataque para buscar y buscar hasta encontrar la mejor opción. Precipitación que sólo ha servido para que los daneses engordaran su renta, que ha llegado a ser de hasta seis goles (17-11), para llegar finalmente al descanso con una renta de cinco goles (18-13), que ha condenado casi irremediablemente a España a la sexta posición.

Los errores de España

Una condena de la que España no se ha librado en la segunda parte, en la que el conjunto español ha seguido cayendo en los mismos errores de la primera mitad, una blanda defensa y un precipitado ataque. Combinación que ha llevado irremediablemente a la selección a una derrota (34-27), quizá demasiado amplia para los méritos del equipo a lo largo del torneo, pero sí ajustada al flojo partido que realizó el conjunto español hoy.

Una selección que se ha quedado anclada en Innsbruck donde el pasado jueves vio esfumarse sus opciones de pelear por las medallas, de las que se alejó tras un mal partido ante Polonia y, sobre todo, tras desperdiciar dos balones en el último minuto para ganar a Francia. Errores que reflejan el pequeño, pero a la vez gran escalón, que todavía separa a España de los equipos con posibilidades reales de ganar el título, que quizá el conjunto español pueda superar con la presencia del meta Arpad Sterbik, con quien en Austria apenas pudo contar un par de minutos.