El presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, durante una rueda de prensa ayer en Tegucigalpa. / Efe
crisis política en honduras

Lobo asume hoy el poder con escaso apoyo internacional mientras Zelaya se marcha del país

El Congreso aprobó ayer una amnistía política que beneficiará tanto al presidente depuesto como a los funcionarios involucrados en el golpe de Estado

TEGUCIGALPA Actualizado: Guardar
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Porfirio Lobo será investido hoy presidente de Honduras entre gran expectación por ver hasta qué punto obtiene el reconocimiento de la comunidad internacional. Su llegada al poder coincidirá con la salida del país del mandatario depuesto, Manuel Zelaya, que partirá hacia República Dominicana, donde llegará en calidad de "huésped" junto a su familia. En estas circunstancias, el Congreso aprobó ayer una amnistía política que beneficiará tanto a Manuel Zelaya como a los funcionarios involucrados en el golpe de Estado del pasado 28 de junio.

Se espera que la llegada de Lobo a la Presidencia ponga fin a una de las peores crisis diplomáticas que ha vivido Honduras desde que se instauró la democracia hace casi 30 años. Su principal objetivo será fomentar la reconciliación nacional y reactivar las relaciones diplomáticas y los acuerdos de cooperación internacional que fueron suspendidos tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio.

La toma de posesión representará el fin del Gobierno interino de Roberto Micheletti, quien no estará presente en el acto que se realizará en el Estadio Nacional de Tegucigalpa. Por tanto, Lobo recibirá la banda presidencial de su amigo y actual presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández.

Varios mandatarios del continente han instado a Micheletti a permitir que Zelaya regrese al poder para que entregue el poder a Lobo, idea que ha sido rechazada. Incluso el propio Lobo ha pedido al gobernante interino que renuncie a la Presidencia para poder generar un clima de paz, pero la respuesta de Micheletti ha sido negativa.

El principal reto

El primer reto de Lobo será restablecer los contactos con aquellos gobiernos que paralizaron todo tipo de relaciones con Honduras tras el derrocamiento de Zelaya. También tiene pendiente la reactivación de la economía, que se ha visto estancada por la crisis internacional y por la suspensión de las ayudas y el intercambio comercial con otros países, lo que generó pérdidas millonarias a esa nación.

La deuda interna será uno de los principales obstáculos financieros que enfrentará el nuevo Gobierno. La Secretaría de Finanzas de Honduras ha alertado de que la deuda interna alcanza los 21.000 millones de lempiras (788 millones de euros), responsabilizando a Zelaya de los gastos excesivos durante sus tres años y medio de gestión, informó el diario 'Proceso Digital'.

El reconocimiento internacional se medirá sin duda por el número de delegaciones internacionales que asistan a la toma de posesión de Lobo y sobre todo por el nivel de dicha representación. El ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, confirmó ayer en Bruselas que el encargado de negocios de la Embajada española en Honduras representará a España en la toma de posesión de Lobo, aunque previamente se barajó que sería el Príncipe don Felipe quien asistiría a la investidura.

El viaje de Zelaya

Zelaya, quien finalmente no vio cumplido su objetivo de regresar a la Presidencia antes del 27 de enero, tiene previsto viajar hoy mismo a Santo Domingo acompañado del mandatario dominicano, su esposa, dos de sus hijos y su asesor Rasel Tomé, según reza el acuerdo firmado hace algunos días entre Fernández y Lobo.

El presidente depuesto dijo que, lo más probable, es que un coche del Estado hondureño acuda a recogerle a las puertas de la sede diplomática, después de la toma de posesión de Lobo, aunque también se ha hablado de la posibilidad de que sea trasladado en helicóptero.

Después del acto, Lobo entregará a Zelaya un salvoconducto para que salga del país sin que sea detenido por la Policía, que tiene en su poder una orden de arresto contra el mandatario depuesto. La amnistía aprobada ayer por el Congreso absuelve a Zelaya de delitos políticos, como la supuesta violación de la Constitución al tratar de convocar una consulta y buscar la reelección, pero no de otros cargos, como corrupción, malversación de fondos públicos y enriquecimiento ilícito.

Pero el fiscal general de Honduras, Luis Alberto Rubí, ha dejado claro que el salvoconducto "no implica que el señor Zelaya quede liberado de las responsabilidades penales" porque seguirán pendientes los requerimientos planteados por la justicia, por lo que podría ser arrestado en caso de que regrese a esa nación centroamericana. De hecho, Rubí resaltó que si no se firmase el salvoconducto, a partir del día 27, cuando tomará posesión como presidente Lobo , las autoridades procederían a la detención de Zelaya para "ponerlo a la orden de los tribunales de la República".

Zelaya ha restado importancia a todas estas amenazas y ha asegurado que su intención es regresar a Honduras para participar el proceso de reconciliación nacional que encabezará Lobo . "Mi idea es salir y regresar un día. No sé cuánto tiempo va a pasar, pero sí regresaré a suelo hondureño", afirmó a la emisora local Radio Globo desde la sede diplomática. Zelaya se radicará de forma permanente en México, a invitación del Gobierno de Felipe Calderón.