La capital del país, Puerto Príncipe, está devastada como muestra esta imagen aérea. / Ap
tragedia en el caribe

Haití reclama ayuda urgente para afrontar una «inimaginable» catástrofe con cientos de miles de muertos

Los países se comprometen a enviar equipos de rescate y alimentos ante este nuevo desastre natural, que puede tener proporciones "catastróficas"

SANTO DOMINGO Actualizado: Guardar
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La comunidad internacional afronta su mayor catástrofe humanitaria con el terremoto de Haití. Aunque todavía no hay datos del número de muertos, podría haber miles. El primer ministro, Jean Max Bellerive, ha reconocido que teme que la cifra de fallecidos sea de cientos de miles. Miles también son las personas que deambulan especialmente por la capital, Puerto Príncipe, con cientos de edificios derruidos. Bajo los escombros se pueden oír los gritos de socorro de las personas que están atrapadas. "Los parientes se desesperan por la impotencia", ha detallado una cooperante italiana de la Asociación de Voluntarios para el Servicio Internacional (AVSI).

Haití es un país fantasma, con ruinas por todos los sitios, cadáveres por doquier y personas sin refugio alguno. El fuerte terremoto de 7,3 grados en la escala Richter sacudía al Estado más pobre de América, con cerca de nueve millones de habitantes. En la capital, donde residen unas 850.000 personas, casi toda la población está afectada. Las consecuencias del temblor han sido "catastróficas".

El presidente haitiano, René Préval, ha señalado en sus primeras declaraciones publicas que la escena en la capital es "inimaginable". "El Parlamento se ha venido abajo, la oficina de Hacienda se ha venido abajo, las escuelas se han derrumbado, los hospitales se han derrumbado", explicaba. Bajo los escombros del Parlamento, con vida, se encuentra el presidente del Senado, Kely Bastien. El embajador de Hatí ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Duly Brutus, ha llegado a hablar de "docenas de miles de víctimas".

Entre los miles de atrapados bajo los escombros se sospecha que hay dos españolas. Una de ellas es una segoviana de 53 años, procedente de La Granja de San Ildefonso. Se trata de Pilar Juárez Boal, una funcionaria de la Unión Europea que participaba en una misión de la ONU en el país caribeño. Al parecer, mantenía una reunión en la sede de Naciones Unidas en la capital de Haití cuando se produjo el terremoto. Su marido y su hijo, también residentes en el país, se encuentran en buen estado. El alcalde del Real Sitio, José Luis Vazquez, comunicó a mediodía la desaparición de la funcionaria española al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que asistía a la reunión de ministros de la UE en la localidad segoviana. Moratinos ha recibido con consternación la noticia y ha asegurado que aún no hay datos fiables sobre la situación en la que ha quedado la colonia española en el país después del terremoto.

La otra española con la que no ha podido contactar su familia es, según ha adelantado abc.es, Montserrat Barroso López, una cooperante de Toledo que también trabajaba para la ONU. Este organismo internacional ha confirmado que catorce de los trabajadores de la misión de estabilización de la ONU en Haití han muerto a consecuencia del terremoto.

Caos y desolación por el peor temblor en dos siglos

El temblor ha causado daños en numerosos edificios de la capital haitiana, como supermercados, escuelas, hoteles y hasta un hospital, según testimonios recabados en Santo Domingo por familiares y amigos de residentes en Haití. De acuerdo con estas informaciones, incluso la catedral de la ciudad se ha derrumbado, el palacio presidencial ha sufrido daños y es prácticamente imposible circular en automóvil por las calles, invadidas por los escombros. Además, el país está prácticamente incomunicado al haber provocado el temblor cortes en numerosas líneas telefónicas así como en los sistemas de luz. Sólo en un hotel de lujo de la capital habría al menos 200 desaparecidos, según ha informado el secretario de Estado francés para la Cooperación, Alain Joyandet, quien ha señalado que muchos de ellos serán probablemente extranjeros.

El epicentro del terremoto, que duró más de un minuto y se produjo a las 21.53 GMT, ha sido localizado a sólo diez kilómetros de profundidad y a 15 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe, la capital del país y la zona más afectada. Un geofísico del Instituto Geológico estadounidense (USGS) de Golden, en el Estado de Colorado, ha indicado que Haití no había conocido un terremoto de tal intensidad desde hacía más de 200 años.

Las réplicas del fuerte seísmo continúan hoy con cierta frecuencia y podrían seguir produciéndose "durante unos días más", según el Servicio Geológico de EEUU (USGS). Hasta las 09.00 GMT se habían registrado 39 réplicas mayores, de entre 4,5 y 5,9 en la escala Richter, de las cuales 14 eran de por lo menos 5,0 grados, ha dicho la geofísica del USGS Carrie Ann Bedwell.

Noche al raso

Los supervivientes han pasado la noche al raso y tratando de consolarse los unos a los otros, mientras los organismos humanitarios tratan de movilizar sus recursos para atender a los miles de damnificados que se estima ha dejado el seísmo. La vecina República Dominicana y EEUU han sido los primeros en solidarizarse con los haitianos, dando lugar a una cadena de apoyo que ha ido creciendo de forma espectacular a medida que pasaban las horas y que incluye a gobiernos, organismos y organizaciones no gubernamentales (ONG). España, desde la Presidencia de turno de la UE, se está encargando de coordinar el envío de ayuda europea. Desde EEUU, el presidente Obama ha prometido el apoyo "total" de su país. Hoy mismo llegan a la zona afectada equipos de rescate para socorrer a la nación caribeña.

La Delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Haití tiene disponible ayuda no alimentaria para hasta 10.000 familias y prevé enviar personal adicional "lo antes posible". Médicos sin Fronteras (MSF) ha informado de que sus equipos sobre el terreno han comenzado a recibir ya a heridos en sus hospitales, mientras que algunos de sus empleados, así como pacientes que atendían, han resultado heridos por el seísmo y sus infraestructuras sufrieron daños.