Zapatero y su comité de sabios buscan una política económica común en la UE

El primer gesto político de José Luis Rodríguez Zapatero a los cinco días de asumir la Presidencia de la Unión Europea refleja sus intenciones para el semestre. El jefe del Ejecutivo citó ayer en el palacio de la Moncloa a Felipe González, al ex presidente de la Comisión Europea Jacques Delors, a su ex vicepresidente económico Pedro Solbes y a su sustituta, Elena Salgado. También estaba invitado el comisario europeo Joaquín Almunia, pero no pudo asistir. En el encuentro intercambiaron puntos de vista para diseñar una estrategia común de los 27 frente a la crisis.

Tres horas estuvieron reunidos el presidente y la vicepresidenta segunda con el 'comité de sabios', una célula de asesoramiento creada 'ad hoc' para la Presidencia de la UE, en la que las opiniones de algunos de sus miembros han chocado con las políticas desarrolladas por Zapatero. Felipe González, que ahora preside el 'grupo de reflexión' que debe diseñar el futuro de la Unión, ha discrepado en público con algunas iniciativas gubernamentales, y Solbes abandonó el timón de la política económica en abril del año pasado por, entre otras razones, su desacuerdo con la política de gasto público.

Pero más allá de las diferencias de criterio pasadas, los asistentes al encuentro constataron, según fuentes gubernamentales, que existe «una base política» entre los socios de la Unión para impulsar una «política económica europea común». El problema es ponerla en práctica. Los intentos de desarrollar una política exterior común en los últimos años han chocado con los intereses internacionales de cada país, de modo que el alto comisionado para esa labor, Javier Solana hasta el pasado 1 de diciembre, en ningún momento pudo ejercer de auténtico jefe de la diplomacia comunitaria.

Por tanto, el objetivo de diseñar una «gobernanza económica» de la UE se antoja muy complicado, máxime si se tiene en cuenta que las respuestas a la crisis durante 2009 han sido en más de una ocasión contradictorias pese a las reuniones ministeriales de coordinación y las cumbres de jefes de Estado y de Gobierno en Bruselas. Aunque también es cierto, recordaron las fuentes gubernamentales, que hubo respuestas comunes ante los riesgos de colapso del sistema financiero en 2008 y con la adopción de estímulos fiscales para reactivar los aparatos productivos.

Críticas

El PP desacreditó los resultados de la reunión aún antes de que concluyese, y su portavoz económico, Cristóbal Montoro, señaló que el encuentro era «la foto del paro» porque los participantes en el mismo, se supone que con la exclusión del francés Delors, eran «los autores» de las cifras de paro en España, que, según los datos conocidos ayer, bordean los cuatro millones de personas.

Zapatero llevará las conclusiones alcanzadas en la reunión a la cumbre que ha convocado el 11 de febrero el nuevo presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, al que la Presidencia española de la UE otorgará un amplio protagonismo, así como a la nueva responsable de política exterior, la británica Catherine Ashton. Así lo reconoció ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. «El mensaje que dijimos a la baronesa Ashton y al señor Van Rompuy es 'todo para vosotros y lo que consideréis que no podéis hacer, España lo hará'», apuntó el jefe de la diplomacia.

El Gobierno sabe que su relevancia en la Presidencia de la Unión Europea va a ser limitada por la entrada en vigor de las nuevas instituciones del Tratado de Lisboa, que otorga la preeminencia al presidente del Consejo y a la alta representante de Exteriores. Ambos presidirán las reuniones de jefes de Estado y de Gobierno, así como las de ministros de Asuntos Exteriores de los 27.