La espina clavada de Mesic

Más de cuatro millones de croatas están convocados mañana a las urnas para seleccionar entre la extensa lista de contendientes al sucesor del gobernante centrista, Stjepan Mesic, en los quintos comicios presidenciales desde la proclamación de la independencia en 1991.

Las preferencias del electorado apuntan como favorito de estas justas al dirigente del opositor Partido Social-Demócrata, Ivo Josipovic, jurista y músico, quien al parecer, conforme a los últimos sondeos, no se alzará con la victoria en una primera vuelta. Tras él, se sitúan el alcalde Zagreb, Milan Bandic, apoyado por el espectro tradicional de derecha entre los croatas y sus compatriotas de Herzegovina, y el aspirante independiente Nadan Vidosevic, expulsado de la conservadora Unión Democrática Croata.

Un luchador contra la corrupción

Las elecciones llevan la huella de la profunda crisis económica y de varios escándalos de corrupción por robo y malversación de recursos del Estado. Los croatas esperan por ello de su nuevo presidente un firme compromiso contra la corrupción y la mejora de la economía que haga factible el ingreso de la ex república yugoslava en la Unión Europea. La espina clavada de Mesic.

Al presidente croata le pesa que Zagreb no haya ingresado aún en el selecto club de los Veintisiete. Aunque cuenta con importantes logros en su haber: la despolitización del Ejército o la adhesión de Croacia a la OTAN, a Mesic le hubiese gustado poner fin a su doble mandato con ese galón. De ahí que haya hecho un llamamiento a los croatas para que elijan bien a su 'heredero'. "El nuevo líder deberá acrecentar los logros del último decenio y ser un intransigente luchador contra la corrupción".

Considerado una "autoridad moral", su carisma personal, su testarudez y su manera simple y directa de expresarse cautivaron y convencieron hace nueve años a los croatas, que deben pronunciarse mañana para elegir a su sucesor.