gente

La cara que tiene Belén...

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Belén se ha arreglado el ‘triángulo de la belleza’, que así llaman los médicos a ponerse nueva nariz y retocar un poco –mucho esta vez– los alrededores. Cuando apareció medio encapuchada con aquel plumífero y una pinza de la ropa sujetando el pañuelo a la patilla de las gafas, parecía que no le había gustado y que por eso se escondía. Pero lo cierto es que está encantada con su nuevo ‘yo’. La ex de Jesulín enseña napias de estreno en la revista que ha pagado por la exclusiva y adelanta planes de futuro. «He dejado de tomar la píldora. Voy a por el segundo. Me gustaría otra niña, Lucía».

Enfundada en vestidos de princesa Belén relata el calvario previo a la operación –«bajé al quirófano con dos medallas de una monja que me crió y mi madre le puso velas a San Judas»– y lo guapa que se ve en el espejo. Nos creemos que es Belén porque lo dice ella, si no pensaríamos que la han querido suplantar burdamente. «Fran bromea diciéndome que no soy su mujer y Andrea me dice: ‘mamá, ¿dónde está tu nariz?». Estar, está en el mismo sitio aunque ahora lleva insertado un cartílago de la costilla. De paso le han quitado las bolsas de los ojos y algo le han hecho en la zona de la boca porque sonríe raro. Igual son los efectos secundarios de la operación, pero Belén no puede borrar la sonrisa de la cara.

En el tiempo que ha estado de reposo en casa le ha dado tiempo a acostumbrarse a su nuevo rostro y a mucho más. «Estoy haciendo una alfombra de punto e incluso he aprovechado para empezar a leer». También ha hecho un listado de asuntos pendientes. «Me he comprado un chalé de miedo y lo primero que voy a hacer es una piscina para mi Andrea. También voy a sacarme el carné de conducir». Con tanto gasto, no le queda otra que volver al currelo. «Reapareceré el viernes (mañana). ¡Quiero llevar un vestido negro palabra de honor muy ceñido y taconazos!».