La ceremonia de la confusión
Actualizado:Grandes guerras se publican entre Ziganda y Portugal y a Mendoza lo han dejado otra vez sin convocar. Con esta estrofa del Romance del Conde Sol, con algún que otro arreglo, comienza la previa de esta semana. Jugamos contra el Racing, que es gerundio, en El Sardinero, uno de los estadios que quería visitar esta temporada para ver a mi Xerez, pero como la imagen, los resultados y todo lo que rodea al club azulino están para descambiarlo, he preferido quedarme en Los Jereles y ahogar mis penas deportivas en alguna zambomba.
La tristeza que denota el talante de Ziganda se ha contagiado a todos. Los jugadores no creen en el entrenador, mucho menos aún viendo los disparates de cada semana en las convocatorias y en los onces iniciales. La afición está más aburrida que un monólogo de Lotina y levantarle el ánimo se antoja más complicado que acordarse de quien ganó Gran Hermano hace tres años. Pero la gran culpa, la culpa mayor la tiene Joaquín Morales Domínguez, quien junto a sus secuaces se están encargando de quitarle las ganas de fútbol a todo aquel buen xerecista que se precie. En el Xerez se sucede semana tras semana la ceremonia de la confusión, que diría mi compañero, y sin embargo amigo, Carlos Gonzalo.
La realidad es que somos el farolillo rojo con un partido más, que llevamos cuatro goles a favor y que el entrenador no tiene las ideas claras. Con este panorama nos presentamos en tierras santanderinas con la idea de que como no ganemos las puertas de la Venta del Nabo pasarán de estar entornadas a abrirse de par en par como las del centro médico que lucha contra la calvicie al que yo debería de haber ido para seguir peinando dorados rizos en vez de tener el cartón a la vista.
La confianza en Maldonado se ha diluido como un azucarillo en un café hirviendo al igual que la de Orellana, un poeta que no hace ni una rima buena desde que viste la camisola azulina. Nuestros dos súper refuerzos sudamericanos están teniendo menos éxito que Ortega Cano cantando por fandangos. Keita se va a perder el de hoy y el primer partido del año debido a su sanción tras liarla el otro día contra el Atleti. Armenteros ya no le vale a Ziganda. Antoñito jugó una vez titular, pero como no marcó, tampoco vale. Viqueira ha pasado al ostracismo, lugar del que ha salido Moreno, que juega esta tarde de titular. Otro que va a jugar de inicio es Momo, quien hasta ahora no está pero se le espera como agua de mayo. Abel también está sufriendo en sus carnes lo mismo.
Lo que me parece una canallada es lo que el técnico navarro hace con Jesús Mendoza. Tres semanas sin citarle ni siquiera. Es verdad que Casado lo está haciendo muy bien y está aprovechando a las mil maravillas su oportunidad. Y me pregunto, ¿no sirve Mendoza ni para estar en el banquillo? Desolador y desasosegante es el panorama lo miremos por donde lo miremos. De todas maneras hay que tirar de orgullo y tumbar a los Munitis, Geijo, Tchité y compañía. Ardua y complicada misión, pero no imposible.
Recuerden, cinco de la tarde, Pay per View (Pepe er viudo), Real Club Racing de Santander versus Xerez Club Deportivo. A por ellos caramba. Y tengamos unas navidades tranquilitas deportivamente hablando. FORZA XEREZ.