Los terrenos están en el punto de mira

Los 67 trabajadores que quedan en las instalaciones de Altadis en Zona Franca tienen la extraña sensación de ser los últimos de Filipinas. A partir de enero ocuparán 140.000 metros cuadrados para expandir tabaco, o lo que es lo mismo, para manipular la liga. Además se encargarán de almacenar el tabaco que vendrá de fuera. Son conscientes de que es una fábrica muy grande para tan poco personal y para una producción muy reducida. Están con la mosca detrás de la oreja y temen que Imperial Tobacco lleve a cabo en 2014 otro expediente de regulación de empleo y liquide la planta gaditana.

Sin embargo, a nadie se le escapa la posición que ocupan los terrenos de la fábrica. Zona Franca es propietaria de una parcela de 30.000 metros cuadrados, mientras que Altadis, ahora Imperial, es la dueña del resto gracias a la permuta que se hizo en 1985 con los terrenos de la calle Plocia. Los agentes sociales se apresuraron en 2008 a rechazar cualquier tipo de especulación inmobiliaria sobre ellos aclarando que el fin último de esta gran manzana es su uso industrial. El nuevo plan urbano (PGOU) de Cádiz ha calificado el suelo de Altadis como industrial y las empresas aledañas han aplaudido la posibilidad de incorporar en las inmediaciones un centro comercial. De hecho, el delegado del Consorcio Zona Franca y propietario de unos 30.000 metros cuadrados de la parcela, José de Mier, anunció hace dos semanas el interés del Consorcio por recuperar la parcela y ofrecerla a nuevos inversores. El Ayuntamiento está al tanto.