Los perjudicados que siguen en el 'caso Jenaro' temen una posible fuga del empresario

La lentitud en la que se está resolviendo cómo se va a instruir las denuncias por supuesta estafa y apropiación indebida, entre otros delitos, que habría cometido Jenaro Jiménez antes de simular su desaparición en aguas de Tarifa ha provocado una situación muy particular: el empresario fue puesto en libertad, bajo fianza de 3.000 euros, por el juez que instruye un asunto menor. Se trata de la supuesta falsificación de unos pagarés que fue denunciada en junio de este año en el juzgado de Instrucción nº 4 de Cádiz; dos meses antes de que fuera apresado en el aeropuerto de Barajas.

Al tratarse de un asunto de «poca engundia», el instructor de esta pieza decidió modificar la situación de prisión de Jenaro, imponiéndole una fianza acorde a los hechos denunciados en ese juzgado, según fuentes jurídicas del caso. Pero el empresario tiene cuentas pendientes, las más importantes, aún pendientes de recaer en un juzgado definitivo. Si bien, la ley indica que el instructor, en estos momentos, sería aquel juez que entendió primero del asunto: es decir el titular del nº 2 de Algeciras. A él llegó el grueso de las denuncias, que se ha traducido en un sumario de cuatro tomos, que hace dos meses fue remitido a los órganos de la capital porque el juez se inhibía a favor de ellos. Pese al tiempo transcurrido, algo «muy inusual» en este tipo de trámites que suelen resolverse en menos de un mes, el titular del juzgado nº 2 de Cádiz aún no se ha pronunciado y se desconoce si todos los asuntos se unirán en un mismo procedimiento, o el empresario tendrá que enfrentarse a varios procesos.

Esta demora, además de mantener paralizada la investigación judicial de la mayoría de las denuncias, ha dejado en una situación complicada a los afectados que no se han apartado del caso, los cuales temen que el empresario pueda aprovechar este embrollo judicial para poner tierra de por medio.