nueva ley del aborto

Los obispos recuerdan a los diputados católicos que si apoyan la reforma están en «pecado público»

La Conferencia Episcopal agradece el "coraje cívico" de quienes ejercen la objeción de conciencia

MADRID Actualizado: Guardar
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Los obispos han vuelto a poner sobre la mesa la postura de la Iglesia ante la reforma de la ley del aborto y el que consideran debería ser el posicionamiento de los diputados católicos a la hora de votar en el Congreso el texto legislativo. El obispo auxiliar de Madrid y secretario de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, ha apuntado que los católicos no pueden apoyar ese proyecto, ni darle su voto, y, si lo hacen, "están objetivamente en pecado público y no pueden ser admitidos en la sagrada comunión".

Camino, durante un desayuno informativo organizado por la Fundación San Pablo-CEU, ha precisado que esto no quiere decir que estén excomulgados, ya que "la excomunión está prevista en el Código de Derecho Canónico para quienes son cooperadores directos de un aborto realizado". El secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal Española inauguraba los desayunos informativos CEU, una nueva iniciativa de la Dirección de Comunicación y Relaciones Externas de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, con una conferencia sobre "el derecho a la vida".

El "sacrificio" de una tentación"

Camino ha centrado su intervención en tres aspectos de los problemas o circunstancias con los que puede, sostenía, desarrollarse un tema tan complejo como el del aborto:"Todos tenemos derecho a la vida; si existe o no conflicto entre el derecho de unos frente al de otros, y si el Estado debe proteger siempre este derecho". Para el prelado, nadie puede privar de la vida a un ser humano inocente: "Es un principio que no admite excepciones y que está basado en la dignidad inviolable de todo ser humano, lo que significa -explicaba- que el ser humano es un ser en sí mismo, no un medio para un fin, es siempre sujeto y no objeto, y lo es porque no está cerrado sobre si sino abierto siempre a un fin".

Aunque ha reconocido que pueden existir problemas de todo tipo que lleven a una mujer a tomar la decisión de abortar, y que la Iglesia católica entiende que "exista esa tentación", las "dificultades no tienen que llevar a sacrificar conscientemente la vida de un ser humano incipiente, y, en todo caso, el primer derecho que debe ser protegido es el de los más débiles, porque no es ético que el más fuerte haga prevalecer su derecho sobre el derecho a la vida del más débil".

El prelado se ha referido también a la objeción de conciencia como un derecho reconocido en la Constitución dentro del derecho a la libertad religiosa y ha felicitado "a quienes hoy ejercen este derecho; hay que agradecerles su coraje cívico y su valentía" en una situación que no favorece el ejercerlo".