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«El que no conozca la curva, que vaya con cuidado»

PUERTO REAL Actualizado: Guardar
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«Aquí llega mucha gente preguntando, perdida. ¿Cádiz? ¿El Río San Pedro? No, ésto es El Trocadero, Puerto Real». Las obras que se realizan para la construcción del segundo puente sobre la Bahía han provocado una reordenación del tráfico en el Río San Pedro, aunque en más de una ocasión, más que orden lo que ha traído es desorden y, sobre todo, peligro.

Los compañeros de la empresa de transportes donde trabaja Sebastián Candón llevan meses ejerciendo de oficina de información de tráfico improvisada para quienes se pierden en el nudo. Sebastián es conductor y aunque confiesa que para él las obras no suponen mayor problema, porque ya conoce la ruta, sí que explica que «a la hora de la entrada para Astilleros es mortal».

Las quejas no cesan. Isidro López es albañil y ahora trabaja en el acondicionamiento de una nave en El Trocadero. Además es vecino de la barriada del Río San Pedro, por lo que sí ha notado la diferencia: «Antes cogía más derecho, llegaba en cinco minutos, y ahora tengo que dar más vueltas». Isidro marca como principal peligro las pronunciadas curvas, además de la falta de iluminación, «que ahora con el cambio de hora empezará a notarse más».

En el terreno profesional, las obras del segundo puente le generan una dificultad añadida, sobre todo a la hora de pedir los materiales «que cuesta más traerlos de Cádiz».

En la gasolinera del Río San Pedro «paran» muchos de los repartidores y camioneros que hacen la ruta entre Puerto Real y Cádiz y que pasan por la zona. Varios suscriben las quejas por la mala señalización, aunque no tanto la de la visibilidad, básicamente porque muchos de ellos realizan su trabajo de día y a base de la repetición ya se conocen de sobra los cambios que las obras han introducido en su itinerario. Otros, precisamente aquellos que conducen camiones de grandes dimensiones, a pesar de ser expertos tienen su temor puesto en las curvas.

Las dificultades se acrecientan cuando en vez de un vehículo de cuatro ruedas hablamos de uno de dos. Luís Jurado es propietario de un taller pegado a la gasolinera. Aunque su especialidad son los coches, a la hora de desplazarse lo hace en moto y entonces el peligro se multiplica. «Hay una curva doble, con arena sucia, que es engañosa», advierte. Se la encuentra cuando sale de su taller, en dirección a Cádiz, y supera una posibilidad de desvío a la derecha, hacia El Puerto y Sevilla.

Luis marca dos factores de riesgo añadido: «Todo el día circulan los camiones y, además ,está el polverío por el levante». Avisa: «el que no conozca la curva, que vaya con cuidado».

Los conductores de autobuses que prestan sus servicios entre el Clínico y Cádiz, con paradas intermedias en el núcleo urbano de Puerto Real y en el Río San Pedro, también reflejan su malestar.