cronología

Una semana y media con las espadas en alto en el PP

El Comité de Derechos suspende cautelarmente la militancia de Cobo mientras resuelve el expediente por sus declaraciones contra Aguirre

MADRID Actualizado: Guardar
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Ha pasado una semana y media desde las polémicas declaraciones de Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid, contra la presidenta de la Comunidad y desde entonces las espadas han vuelto a estar en alto entre los dos 'bandos': los 'gallardonistas' y los 'aguirristas'. La primera batalla, que no la guerra política, se ha decantado del lado de Esperanza Aguirre; de momento, y aunque sólo sea de forma cautelar, Cobo está suspendido de militancia. Habrá que esperar a la resolución del expediente abierto al vicealcade para ver quién se lleva la victoria final. Este nuevo choque de trenes se desató el pasado 26 de octubre. Ese día, la 'mano derecha' de Gallardón declaraba en El País que "es de vómito" lo que "personas cercanas, hoy, a Esperanza Aguirre" están haciendo para evitar que Rodrigo Rato sea presidente de Caja Madrid. En esa entrevista denunciaba las maniobras y la "hipocresía" de la presidenta del PP de Madrid.

Poco tardó el partido regional en remitir estas declaraciones al Comité de Derechos y Garantías madrileño. Sin embargo, al ser Cobo un miembro del Comité Ejecutivo Nacional, el caso tuvo que remitirse al Comité de Derechos y Garantías Nacional. Ese mismo día, mientras los 'aguirristas' denuncian el ataque despiadado de Cobo, el alcalde Gallardón expresa su apoyo al vicealcalde y destaca su "profunda lealtad al PP". Tibiamente, la dirección nacional entra en escena con una llamada de atención de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, que asegura que las afirmaciones que "tienen que ver con el Partido Popular" han de formularse en los órganos internos.

La lucha interna sube los escalones del partido y llega hasta Mariano Rajoy. Un día después de que estallase la guerra, Esperanza Aguirre reclama al líder del PP que "calibre y valore la importancia de las injurias" hacia su persona por parte del vicealcalde. La presidenta regional no está sola. El alcalde de Alcalá de Henares, Bartolomé González, promueve entre los regidores de la Comunidad un manifiesto de apoyo a Aguirre. En los días siguientes lo suscriben 108 de los 111 alcaldes del PP en la región. El reto de la presidenta a Rajoy pasa a ser el reto de todo un partido, el de Madrid. De fondo, se mantiene entre los mismos la pugna por el control de Caja Madrid. Los 'gallardonistas' insinúan que la presidenta está presionando al líder del PP. El mensaje vendría a ser: "A cambio de echar a Cobo, te permito que coloques a Rato al frente de la entidad de ahorro, la cuarta en importancia en España". El líder 'popular' lo desmentiría después.

Aguirre se ausenta, Cobo se reafirma

Sólo han pasado dos días desde la "entrevista de la discordia" y Cobo afirma que acatará y respaldará la decisión de la dirección nacional "sea la que sea". Y aprovecha para lanzar otro mensaje a Aguirre: "Los demás también tienen que acatar lo que diga el partido". Para entonces, el Comité Nacional de Derechos y Garantías ha decidido tramitar la solicitud del PP de Madrid para estudiar si las declaraciones del 'número dos' de Gallardón merecen sanción. El alcalde, que ya le había respaldado públicamente a modo personal, consigue que Cobo se vea reforzado en el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento. Por 19 votos a 13 los concejales rechazan la petición de dimisión del vicealcalde como portavoz del partido en el Consistorio.

El pasado jueves, el Comité de Derechos y Garantías le cita para comparecer. También invita a la presidenta del Comité madrileño de Derechos y Garantías, Cristina Cifuentes, a que exponga sus argumentos. La semana del encontronazo político en el seno del PP madrileño acaba en un ambiente de calma tensa. Arranca una nueva con un gesto de Aguirre: el lunes renuncia a que su 'número dos', el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, sea el presidente de Caja Madrid. Parece que las aguas empiezan poco a poco a volver a su cauce; pero es sólo un espejismo. Para entonces se ha filtrado que el presidente de los 'populares' prepara una dura reprimenda que dirigirá a sus compañeros de filas en el Comité Ejecutivo Nacional que se celebra al día siguiente.

La cita llega y Rajoy se ve obligado a compartir protagonismo con quienes llevan una semana enredados en el enésimo rifirrafe. Al mensaje contundente del líder del partido, que advierte de que no va a consentir comportamientos como los vividos en los últimos días, hay que sumar la intervención de Cobo y la sonada ausencia de Aguirre, muy criticada después por la dirección. El primero pone su cargo a disposición del PP pero no se retracta de sus declaraciones. Al contrario, ahonda en el ataque a Aguirre al exponer que "temió" por su seguridad y la de sus hijos tras conocer que había sido "espiado" por el Gobierno de la Comunidad de Madrid. La segunda justifica el plantón al "jefe": asegura que ha preferido ausentarse para no cercenar el debate del 'caso Cobo'. Cuando concluye el encuentro, la presidenta regional se siente decepcionada: "Tengo la impresión de que la agredida, la víctima, que soy yo, se coloca al mismo nivel que el agresor", declara. Un cuarto invitado se asoma a escena: Gallardón interviene en el Comité Nacional para volver a expresar su apoyo a su hombre de confianza.

El primer acto de la representación llega a su fin. Es la hora de que el vicealcalde de Madrid argumente sus acusaciones contra Aguirre. El Comite de Derechos y Garantías le ha escuchado este martes y ha decidido abrirle expediente. Mientras se tramita, su militancia queda suspendida. No quiere decir que vaya a haber sanción, tampoco lo contrario. La función continúa.