Zapatero, durante su conferencia en el American Business Council. / EFE
ESPAÑA

Zapatero no sabe cuándo empezará la recuperación

El presidente se muestra deseoso de alcanzar con los agentes sociales un acuerdo salarial para el proximo trienio

MADRID Actualizado: Guardar
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La crisis económica ha hecho finalmente mella en el optimismo antropológico de José Luis Rodríguez Zapatero. Apenas unas horas después de que los Presupuestos Generales del Estado para 2010 salvaran su primer escollo parlamentario, el jefe del Ejecutivo admitió en un foro con empresarios que «ni la recuperación económica está asegurada ni menos aún su velocidad, especialmente -dijo- si pensamos en la velocidad suficiente para crear empleo». El primer año de esta segunda legislatura ha sido un año marcado por previsiones económicas fallidas, por vaticinios siempre desbordados y por unas cuentas caducas incluso antes de haber sido aprobadas por el Parlamento. Tras aferrarse en plena campaña para las elecciones europeas el pasado mayo, y cuando aún se estaba elaborando el techo de gasto, a la aparición de unos 'brotes verdes' que no terminan de germinar, el Gobierno ha optado por una actitud de prudencia.

Zapatero insistió ante los miembros del American Business Council en que las medidas de apoyo financiero y estímulo fiscal acordadas por las principales economías del mundo en el G-20 han empezado a dar frutos. «Se está produciendo una cierta recuperación del comercio mundial, una mejora de la confianza de los distintos agentes económicos y una evolución más favorable de los diferentes indicadores financieros», remarcó.

Sin embargo, convino en que es preferible ser «cautos» antes de lanzarse a hacer predicciones sobre la consistencia de estos elementos. «Ni siquiera es descartable que, durante unos meses, se consoliden los datos que confirman la recuperación de la economía o -matizó- que convivan con un estancamiento en la creación de empleo o, si quieren, con un crecimiento más lento de la creación de empleo».

Acompañado

En esto, el presidente del Gobierno se siente acompañado porque, según afirmó, esta incertidumbre no es exclusiva de España, sino que afecta al resto de las principales economías, incluidas aquellas que como la francesa y la alemana parecen haber salido de la recesión. Si en su día se enrocó en la negación de la crisis, ayer no dudó en dejar clara su postura. «No tenemos la certeza sobre el momento que podamos decir ¡Ya está!», y aprovechó para lanzar un mensaje a los empresarios y urgir a un acuerdo salarial que tenga carácter plurianual («mi deseo sería que abarcara tres años», aclaró) con los sindicatos.