El 'Verdadero hijo de Satán', un estafador reincidente

«Un hombre muy inteligente y con una gran parla». Así describían ayer a Carlos Jesús Rojas diversas personas de San Fernando, de donde era natural el líder de la secta desmantelada ahora por la Guardia Civil.

En la Isla era de sobra conocido por sus negocios, ya que regentaba un concesionario de vehículos de lujo que importaba desde Alemania: Venta de coches Desirée. Una empresa que llegó a pagar un sponsor en la equipación del Cádiz hace dos años, pero que ocultaba una estafa que resultó ser millonaria.

Carlos Rojas llegó a engañar a más de una decena de clientes, a los que cobraba adelantos por la compra de vehículos que, finalmente, nunca llegaron a recibir.

Al descubrirse el engaño, Carlos Rojas fue detenido y tras ser juzgado, acabó incluso en la cárcel, aunque no pasó en ella más de dos años.

Al parecer, Carlos Jesús era un estafador nato: «Comenzó a estafar a sus propios familiares», explican fuentes policiales que lo detuvieron entonces. Y aún así, no aprendió la lección: tras salir de la cárcel fue detectado de nuevo, cometiendo el mismo negocio ilícito y la misma estafa a través de Internet.

El pasado mes de enero, se trasladó con su familia a Chiclana, lejos de la vigilancia de la Policía, para retomar la estafa de los vehículos. La creación de la secta pudo servir para financiar la recuperación de este negocio, por la que parecía sentir obsesión.