Con derecho a no declarar contra su verdugo

Un 15% de las sentencias absolutorias en materia de violencia de género está motivada porque la víctima de la agresión se negó a declarar durante el juicio contra su pareja. Así se desprende de un estudio elaborado por un grupo de expertos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), y dado a conocer ayer, con motivo del cuarto aniversario de la entrada en vigor de la ley contra la violencia de género.

Estos especialistas estudiaron 530 resoluciones judiciales relacionadas con la violencia contra la mujer y entre sus conclusiones, destacaron cómo una gran parte de las absoluciones a supuestos maltratadores se deben a la dispensa de la obligación de declarar de la víctima. Este derecho está recogido por la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en su artículo 416, que según recordaron data de 1882 y es cuestionado continuamente por los juristas.

Sin ir más lejos, en este último informe los expertos del CGPJ explica que este derecho crea «importantes distorsiones», ya que en este tipo de delitos, la declaración de la víctima tiene especial relevancia. El informe indica que en 34 casos, el testimonio de la agredida era la única prueba. Y de ellos, en 14 su testimonio sirvió para condenar al agresor, mientras en 11 se le absolvió.

La incidencia de este tipo de renuncias a declarar también ha sido puesto de relevancia por la fiscal delegada de Violencia de Género de Cádiz, en su última Memoria de 2008, en la que destaca cómo los casos de víctimas de malos tratos que optan por no declarar se ha duplicado en los últimos años. De hecho, la fiscal se vio obligada a retirar su acusación por este motivo en 127 procedimientos el pasado año, mientras que en 2007 esto mismo sólo ocurrió en 55 ocasiones.

La denuncia falsa, un mito

El estudio del CGPJ ha servido, igualmente, para aclarar que las denuncias falsas presentadas por mujeres para machacar a sus ex parejas en los tribunales, son un mito machista. Existen, pero representan una minúscula muestra en el conjunto de casos de violencia que pasan a diario por los tribunales. De hecho, de las 530 sentencias analizadas, sólo se detectó una como susceptible de ser falsa.