«Es importante dar respaldo a las familias de los afectados»

La enfermedad mental les cambió la vida a Manuel Mariño y Pilar Pérez. Desde que diagnosticaron a su hija, que ahora tiene 32 años, todo ha sido un ir y venir de especialistas y cambios. «Vivimos en un ambiente de continua incertidumbre, porque no sabemos lo que ocurrirá de un momento a otro», reconocen. La experiencia les ha enseñando que «el punto de vista del enfermo tiene muy poco que ver con el de la persona que está sana». «Es realmente duro y ella lo pasa muy mal», reconoce Pilar, que lucha activamente junto a su marido por la mejora de los recursos asistenciales desde la asociación FAEM.

Por si fuera poco, la sociedad no termina de aceptar este tipo de situaciones. Y es que, tal y como señala Manuel Mariño, «los tiempos han cambiado pero todavía existe rechazo social hacia este tipo de personas». Son los familiares y los allegados los que se encargan del cuidado de las personas con enfermedad mental».

A fin de cuentas, una difícil papeleta para las familias de los más de 10.000 enfermos mentales existentes en la provincia, que no dudan en solicitar mayor colaboración a las instituciones correspondientes. «Agradecemos la labor que desempeñan los profesionales dedicados a este tipo de enfermedades, aunque todavía quedan muchos problemas que atajar». Pilar y Manuel evitan mencionar la enfermedad de su hija, pero confían en su recuperación. «Esta debilidad ha marcado su vida y nosotros se la queremos hacer lo más fácil posible», explica. Pero la falta de recursos hace mucho más difícil la tarea.