La mandíbula es muy característica en estos canes . / L.V.
Ciudadanos

Cuidado: perro peligroso

Los incómodos trámites legales no impiden que la provincia cuente con casi 4.50o canes potencialmente agresivos registrados

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Los requisitos son exigentes y para obtener una licencia es necesario pasar un test psicológico, no tener antecedentes penales y contratar un seguro civil. A pesar de las dificultades en la provincia aumenta por año la tenencia de perros potencialmente peligrosos hasta colocar a Cádiz como la tercera capital en número de este tipo de animales, con un total de 4.467 razas tan sólo 400 menos que en otros lugares con un volumen mayor de población como es el caso de Sevilla.

Los Pitt Bull y los Rottweiler son las razas que más se repiten en la provincia. En el primer caso existen registrados 1.321 perros, mientras que en el segundo la cifra asciende hasta llegar a los 1.744 canes, según los datos que existen en el Registro Andaluz de Identificación Animal (RAIA). Los Doberman (481) y los Staffordshire Bull Terrier (409) son los únicos que le siguen la pista. Razas que se consideran potencialmente peligrosas por su carácter agresivo, tamaño y potencia de mandíbula que tienen la capacidad de poner en peligro la vida o la integridad física de las personas. Por ciudades, Jerez es la que tiene el mayor número de perros potencialmente peligrosos con más de 600. Sin embargo, el segundo puesto lo ocupa Chiclana al tener cerca de 500 perros de estas características. El Puerto es la siguiente localidad con mayor número de razas de este tipo con 425 y La Línea, con 402, también supera a la capital que tiene un registro de 374. Algeciras es la última ciudad de la provincia que alcanza la cifra de los 300 canes. A este respecto llama la atención núcleos poblacionales relativamente pequeños que tienen un número elevado en el censo de animales peligrosos. Es el caso de Rota cuya cifra consigue llegar a los 168 o Sanlúcar que se aproxima a los 230.

Según la legislación, las licencias para la tenencia de animales potencialmente peligrosos las tramitan y las otorgan los ayuntamientos. Los perros deben registrarse en una sección específica dentro del RAIA, de acuerdo al censo específico municipal que guarda cada ayuntamiento. Un registro que en raras ocasiones coincide con las cifras que maneja la Junta. De hecho, según el Ayuntamiento de Cádiz en la capital hay censados tan sólo 146 animales peligrosos. La mayor parte, un 25%, son Pitt Bull, un 20% son Staffordshire Bull Terrier y un 15%, Rottweiler. De esta manera se observa que son 228 perros menos que las cifras que dependen del RAIA. Esta situación se repite en otras localidades como es el caso de El Puerto en el que existe un censo de 164 perros potencialmente peligrosos, unos 261 menos que los datos que tiene la Junta.

Dentro del decreto por el que se regula la tenencia de animales peligrosos son precisamente los ayuntamientos los encargados de llevar a cabo la vigilancia de los animales potencialmente peligrosos para comprobar que cumplen con todos los requisitos regulados.

Aún así, la mayoría de consistorios de la provincia intentan completar tal labor a través del desarrollo de ordenanzas municipales que completa la normativa aprobada para Andalucía. De hecho, Cádiz fue pionera en tener una ordenanza de este tipo, incluso antes del desarrollo de la Ley.

¿Son más violentos?

Los expertos aseguran que el comportamiento de un perro potencialmente peligroso no es marcadamente más agresivo que el de resto de perros, aunque es evidente que existen unas diferencias muy marcadas. Miguel Ángel Martínez, responsable de la clínica veterinaria La Noria en San Fernando, afirma al respecto: «el comportamiento de los perros potencialmente peligrosos suele ser más tranquilo que el de resto de razas. En la clínica lo tengo comprobado, lo que ocurre es que no tiene la misma fuerza este tipo de animales que los otros. Hay que recordar que son considerados peligrosos precisamente pos su capacidad para hacer daño, pero eso no significa que automáticamente lo vayan a hacer». Este veterinario pone el acento en el comportamiento de los dueños y en su capacidad para saber manejar a estos canes.

Son varias las causas por la que suelen darse brotes de agresividad en los perros. Existen señales que advierten de tal intención como si al retirarle la comida o al despertarle se muestra agresivo o si adopta posturas amenazantes cuando se le regaña. Según datos del propio RAIA en los últimos años el 80% de los dueños que han constatado conductas agresivas en este tipo de perros se han librado de los ejemplares regalándonos, abandonándolos o dejándolos en las protectoras.

Sanciones

Las multas por el incumplimiento de la ley en cuanto a la tenencia de animales peligrosos oscila entre los 300 euros por infracciones leves, los 2.400 euros por graves y los 15.000 euros por infracciones muy graves. Entre los motivos de tales sanciones se encuentra el no llevar a un perro potencialmente peligroso con corre y bozal, no tener la licencia pertinente para la tenencia de este tipo de animales o su abandono.

Además de la licencia especial, los propietarios deberán de contar con un seguro de responsabilidad civil para cubrir los posibles daños personales o materiales que puedan producir por una cobertura no inferior a 175.000 euros por siniestro.