Una mujer y sus tres hijos, heridos al volcar su coche entre Cádiz y La Isla

Era una recta, pero de repente el volante comenzó a reaccionar de manera extraña y la mujer que conducía no pudo mantener el control. Tras varios volantazos, de repente el coche se salió de la carretera a toda velocidad, chocó contra una valla y rodó a lo largo de 30 metros de pendiente hasta quedar volcado en en medio de un pasto bajo, junto a la cuneta. Es lo poco que parecía recordar ayer aún aturdida, Alicia, la mujer de 35 años que resultó herida en este espectacular accidente de tráfico, en el que quedó atrapada en su vehículo volcado –un Honda Civic– en el kilómetro 2,5 de la carretera CA-33, entre Cádiz y San Fernando (en las proximidades del restaurante de El Chato).

Eran las 20.30 horas de la tarde, ya era noche cerrada. Y la mujer conducía en sentido hacia La Isla junto a sus tres hijos: dos niñas y un varón de entre 13 y 5 años. También ellos sufrieron heridas, aunque de menor grado. De hecho, los tres pequeños llegaron a salir del vehículo por su propio pie, mientras veían cómo su madre permanecía encerrada entre los hierros del coche estrellado, sin poder siquiera moverse.

Estaba atrapada por la cabeza y un brazo, por lo que los seis efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos desplazados hasta la zona desde el parque de Cádiz, tuvieron que invertir media hora en rescatarla arrancando las puertas del vehículo.

«Un milagro»

La mujer se mantenía aún con vida, estaba consciente aunque algo aturdida, y había recibido numerosas heridas en la cara. Decía sufrir, además, un fuerte dolor en un brazo y presentaba numerosas magulladuras y cortes. Junto al mismo vehículo, los servicios sanitarios del 061 lograban estabilizarla, mientras atendían a los pequeños en una ambulancia. Finalmente fueron trasladados los cuatro al hospital Puerta del Mar en Cádiz. «Ha sido un milagro», explicaban los familiares de los heridos, que habían acudido hasta el lugar del siniestro, alertados por la Policía.

Testigos del espectacular accidente, varios conductores y un par de pescadores que oyeron el golpe desde la playa de Santibáñez, alertaron a la Policía Nacional, que se desplazaron junto a dos ambulancias del 061, seis efectivos de Bomberos y agentes de la Guardia Civil de Tráfico, que llevaron a cabo el atestado. La cercanía de una explanada evitó que el tráfico –abundante en la autovía CA-33– sufriera retenciones.

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