El Athletic ha perdido su primer partido de Liga./EFE
fútbol | primera división

El Tenerife corta las alas a un Athletic decepcionante

Mikel Alonso da el triunfo a los locales con un remate de cabeza a pocos minutos del final (1-0)

SANTA CRUZ DE TENERIFE Actualizado: Guardar
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Apenas transcurrido un minuto, Gorka Iraizoz se sintió generoso y con un despeje defectuoso habilitó a Richi para que rematara a la red, pero el medio blanquiazul golpeó muy blando y le dio tiempo al meta visitante a que enmendara el único borrón de una actuación estelar.

La segunda demostración de la buena estrella que acompaña al conjunto vasco en este inicio de temporada llegó en una internada hasta la línea de fondo de Alfaro, a cuyo pase no llegó por centímetros Nino en boca de gol.

El Athletic, que sólo amagó a balón parado, no hizo nada por evitar que el partido adquiriera un ritmo de vértigo, lo que benefició claramente al Tenerife , cómodo en el constante ir y venir. En el intervalo de dos minutos, del 25 al 27, Gorka se ganó a pulso el sueldo con tres paradas de mucho mérito ante los intentos de Román Martínez, Belvis y Nino.

En la que nada pudo hacer el meta vasco respiró con alivio al ver que uno de los asistentes de Álvarez Izquierdo anuló por situación antirreglamentaria el tanto de Nino, cuya impotencia fue en aumento cuando Iraizoz le volvió a arrebatar la gloria.

Ni siquiera la lesión del cerebro tinerfeñista Ricardo, que recibió un duro impacto en el rostro de Iturraspe por la que el medio bilbaíno sólo vio la amarilla, rebajó el asedio a la meta visitante antes de que el árbitro señalara el camino de los vestuarios.

Los intentos de Caparrós

Joaquín Caparrós no aguantó más y empezó a mover el banquillo. Cambió juventud por experiencia al dar entrada a Toquero y Gurpegui por Muniain e Iturraspe. Aunque el Tenerife volvió a dar dos avisos serios por mediación de Alfaro, el peligro empezó a merodear con menos frecuencia en la parcela visitante.

El siguiente paso fue dar entrada a Fernando Llorente, cuya sola presencia constituyó una amenaza para los insulares, que empezaron a acusar el cansancio por el esfuerzo realizado. No bastó, sin embargo, para generar una sola ocasión en el área de Aragoneses aunque Gabilondo pudo armarla en un contragolpe en el que fue objeto de falta pero el árbitro dejó seguir la jugada.

La racanería bilbaína encontró su castigo a cuatro minutos del final con un cabezazo de Mikel Alonso tras saque de una falta lateral ejecutada por Alfaro.