Las señoras de época se pasearon por los alrededores de la carpa./ NURIA REINA
LA EXPOSICIÓN

Alta tecnología en color sepia

Un siglo y cuarto dan para mucho. Recuerdos que desde ayer se pueden vivir en la cuna de la Caja de Cádiz con la Gran Exposición Interactiva de Unicaja

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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La señorita Coloma de Pentecostés no podía creer lo que estaba viendo, una piscina virtual reflejada en el suelo. Su tía, la cronista Doña Cecilia del Valle, viuda de Espinosa, le invitaba a zambullirse en una piscina que no mojaba pero que sí reaccionaba a los movimientos. «Qué barbaridad, las cosas de estos tiempos modernos», exclamaba incrédula la sobrina. Ayer, las distinguidas cronistas de alta sociedad Doña Cecilia y la señorita Coloma se trasladaron desde 1900 hasta el 2009 para inaugurar la Exposición Interactiva de Unicaja con motivo de su 125 aniversario.

Después de recalar en Málaga y en Antequera, la exposición aterrizó ayer en el verdadero epicentro de las celebraciones, el germen del siglo y cuarto de existencia de Unicaja: Cádiz. La ciudad que vio nacer al Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Cádiz en 1884. La ocasión no era para menos y Unicaja no quiso perder la oportunidad de celebrar la efemérides. Los paseos de actores disfrazados de época en las inmediaciones de la gran carpa que la caja andaluza situó en la plaza de la Catedral indicaban que la exposición ya estaba abierta. La animación del exterior no hacía justicia a la del interior, donde pasado y futuro se dan la mano con la más alta tecnología desde ayer y hasta el próximo 27 de septiembre.

Modernas instalaciones

Todos los gaditanos que se aventuraron ayer a entrar en la polémica carpa -en los últimos días se ha planteado la conveniencia de instalar grandes estructuras que estropeen la visión de la Catedral- no quedaron defraudados. Más de 700 metros cuadrados dotados con dispositivos multimedia que «suponen uno de los mayores proyectos tecnológicos y logísticos acometidos en eventos», según fuentes de Unicaja. Además, la nave está dividida en seis zonas temáticas repartidas entre el exterior y el interior.

Promociones aparte, la carpa impactó a los visitantes desde el principio. Un cuadro de época interactivo que representa a un director de oficina de principios de siglo fue la primera sorpresa de la tarde. En la primera parada de este viaje al pasado, denominada Nace una gran obra, el antiguo empleado se encarga de presentar la muestra al visitante explicándole lo que se va a encontrar. La recreación de una oficina de una caja de ahorros de 1884 completa la primera etapa de este recorrido.

¡Cómo hemos cambiado! es la siguiente parada de la ruta y una de las más interesantes. Una videoinstalación permite comparar las imágenes de una familia de principios de siglo con las de una de la actualidad. «La verdad es que el contraste es muy impactante», manifestó impresionada Teófila Martínez en la visita inaugural de ayer a las siete de la tarde, junto a las principales autoridades de la entidad, con su máximo responsable, Braulio Medel, a la cabeza.

Éxito de asistencia

A pesar de que fue el primer día de la muestra, el éxito de asistencia hizo vaticinar que la exposición contará con el apoyo de los gaditanos. De momento en la jornada de ayer, las salas de la exposición se encontraban abarrotadas. Mientras que los comisarios de la exposición se afanaban en explicar cada detalle de la muestra a la alcaldesa, el resto de asistentes se divertían con la piscina interactiva. En realidad, en este espacio del segundo módulo se intenta mostrar la diferencia entre los juegos de toda la vida, como la Rayuela, con los más modernos e interactivos, como es el caso de la famosa piscina.

En el espacio contiguo, la realidad virtual también cobra especial protagonismo. Una instalación de realidad virtual aumentada permite convertir en tres dimensiones dibujos impresos en una cartilla real. «Ese era el tocadiscos que yo tenía», exclamaba uno de los presentes en la visita. Así, conforme se pasan las páginas de la libreta de ahorros se muestran los bienes más codiciados por la sociedad del momento: una vespa, una casa o un coche.

Atravesando unas cortinas metálicas, se accede al tercer espacio de la exposición, Tesoros compartidos. En la sala, se muestran algunas de las obras de arte más importantes que posee Unicaja en sus fondos. De las manos de Picasso o Joaquín Peinado salieron las piezas que decoran el espacio. Sin embargo, no sólo el arte plástico se da cita en este punto del recorrido. Los manuscritos de los hermanos Machado son otras de las obras de arte que los asistentes pueden contemplar gracias a las reproducciones digitales de gran formato.

Tras atravesar el espacio donde se expone un vídeo de los 125 años de Unicaja, se accede a Comprometidos con nuestra tierra, el último espacio interior de la exposición. En un claro alegato por el medio ambiente, los juegos de luces, proyecciones visuales y un globo terráqueo interactivo ponen fin a los espacios de la carpa.

La cuota local

Sin embargo, antes de abandonar la exposición, aguarda una sorpresa al gaditano. Un vídeo sobre la maqueta de Cádiz que está siendo restaurada por la Obra Social de la entidad.

El único detalle claramente gaditano que se podía ver en la exposición. A pesar de que la Caja de Ahorros de Cádiz es la que cumple 125 años de existencia, la presencia del principal fundador y benefactor de la Caja, Diego Fernández Montáñez, era prácticamente inexistente. «Nos acompaña en espíritu», explicaba Josefina Junquera, comisaria de la exposición. Junquera justificaba la ausencia: «Hemos querido que represente a todas las cajas, no sólo a la de Cádiz». Licencias históricas a parte, la jornada inaugural fue un éxito para todos los asistentes. Afuera, les esperaba el sexto espacio que ayer sirvió para acoger el cóctel inaugural. A partir de hoy recobrará su verdadero uso, una pista de baloncesto y de voleibol. Todo lo necesario para que los gaditanos no olviden que en su ciudad se fraguó el origen de la actual Unicaja.