Edificio impulsado por Jenaro. / M. D. G.
Ciudadanos

Investigan 400.000 euros desaparecidos de una promoción que Jenaro Jiménez dejó sin construir

Su socio denunció la supuesta apropiación de los adelantos de los compradores y de parte del capital social de la empresa Vendió una de las viviendas a un familiar un día antes de huir

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Hace dos años, allá por el mes de marzo de 2007, una nostálgica noticia se publicaba en La Voz de Cádiz: el último chalé de la plaza de Santo Tomás había sido comprado e iba a ser derruido para construir en su lugar un moderno edificio de viviendas y locales comerciales. El unifamiliar era un adosado estrecho de los años 40, que había quedado entre dos grandes edificios como último reducto de los típicos chalés de Puertas de Tierra, cuando todo aquello era un descampado. En definitiva: una casa emblemática de la zona.

Así se llamaba, precisamente la empresa promotora que lo compró: Emblematic Houses. Uno de los múltiples negocios en los que participaba Jenaro Jiménez, el gaditano de 42 años que fingió hace 16 meses su muerte para huir a Paraguay y eludir presuntamente sus múltiples deudas.

Probablemente, Emblematic House sea una de las empresas más afectadas en los supuestos pufos que se le imputan al empresario, investigados por los juzgados de instrucción de Cádiz y Algeciras. Y es que la deuda que supuestamente dejó a la sociedad asciende a más de 400.000 euros, fruto de los adelantos de los compradores (unos 200.000 euros), y del capital líquido de que disfrutaba la empresa.

Fue el socio de Jenaro en esta empresa quien denunció la supuesta apropiación del dinero ante el juzgado de instrucción número 2 de Algeciras, al descubrir que parte del capital había sido extraído presuntamente poco antes de desaparecer Jenaro, que los adelantos nunca fueron ingresados en el banco y que la construcción del edificio ni siquiera había comenzado un año después de comprar el solar.

Emblematic Houses

Jenaro fundó Emblematic Houses en 2006 al 50% con este socio, con el único objetivo de levantar el edificio de lujo del número 20 de la calle Marconi: de siete viviendas y un local comercial. Sin embargo, aparte de ser socio capitalista, fue él quien tomó las riendas de la promoción de Marconi: captaba a los compradores, contrataba a los constructores y sobre todo cobraba los adelantos por la adquisición de las viviendas.

No era la primera empresa relacionada con el mercado inmobiliario en el que participaba Jiménez, que de hecho era administrador de otra promotora llamada Casas de Cádiz, también socio capitalista al 50%. En concreto, en el momento de su desaparición, además del edificio de Marconi, era promotor de dos viviendas más en el centro de la capital: una reforma en la calle Churruca y una obra nueva en la calle Veedor. Ambas también están siendo investigadas por los juzgado de instrucción número 4 de Cádiz y número 2 de Algeciras.

El 13 de septiembre de 2007, LA VOZ volvía a hacer referencia al chalé de Santo Tomás, haciéndose eco de su derribo. Justo siete meses después, el 13 de abril de 2008, Jenaro Jiménez desaparecía supuestamente ahogado en la playa de Los Alemanes, Tarifa. El edificio de siete viviendas, sin embargo, no había comenzado a erigirse aún y sólo permanecía el solar.

«Cuando nos enteramos de que Jenaro había desaparecido, pensamos enseguida que podría haberse escapado con el dinero», reconocía a este periódico el propietario de una de las viviendas de Marconi, que entregó 30.000 euros por adelantado por la compra. Los propietarios, sin embargo, no llegaron a denunciar la supuesta estafa, ya que la empresa Emblematic Houses prosiguió con el proyecto y construyó el edificio (en la imagen), que podría entregarse el próximo mes de septiembre.

Adelanto antes de huir

Sólo uno de los compradores de la calle Marconi se presentó ante la Policía Nacional y formuló la denuncia ante el juzgado número 2 de Algeciras, cuando conoció que Jenaro había desaparecido en misteriosas circunstancias. Se trata de un miembro de su familia política, al que Jiménez convenció (apenas tres meses antes de huir) de que comprase una de las casas del edificio, cuyos propietarios querían vender.

Jenaro haría supuestamente de intermediario entre los vendedores y su familiar, al que cobró un adelanto de 47.000 euros por la compra. Lo más llamativo de esta gestión es que el dinero y la firma del contrato de compraventa se efectuaron el 12 de abril de 2008, justo el día antes de la desaparición del empresario en Tarifa, cuando el plan de huida ya estaba trazado.

Según fuentes cercanas al empresario, éste llegó a esconder el efectivo del adelanto en la asesoría legal donde trabajaba. Una oficina propiedad de su familia, y que Jenaro utilizaba como dirección legal de todas sus múltiples empresas. Según la denuncia, el dinero nunca se devolvió.