El turista hípico gasta una media de 200 euros diarios, mientras que el de playa, sólo 60. / LA VOZ
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El polo ofrece la otra cara

En sólo un mes el torneo de Sotogrande dejará 12 millones de euros

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Un día cualquiera de verano. La canícula roza los 40. Automóvil descapotable. Autopista tranquila. Recién tomado un baño en la piscina del hotel o en el chalet alquilado para la familia. Radian el inicio del partido de polo y bendices el momento en que decidiste pasar el mes de vacaciones en uno de los últimos rincones de Europa.

Sin intenciones de pecar de frívolos, ésta podía ser la imagen del turista de alto, altísimo nivel adquisitivo, que también acude a la provincia de Cádiz. El que llega atraído por el reclamo del golf es una de sus variantes, pero si hay alguna que deje más beneficios allá por donde pisa, esa es la del turista del polo. «Gasta hasta 20 veces más que un turista normal», comenta Luis Estrada, vicepresidente del Club Santa María de Sotogrande, en San Roque. Estos días y durante todo el mes de agosto, en las instalaciones de este club se celebra el XXVIII Torneo Internacional de Polo de Sotogrande, una competición de elite que se ha consolidado como uno de los acontecimientos deportivos y sociales más importantes de la temporada estival en España.

Durante este mes largo los 21 equipos participantes (4 jugadores, 1 manager y 10 empleados) y los más de 80.000 visitantes que acudirán a los partidos correspondientes a las tres copas en liza, se dejarán en el entorno de San Roque más de 12 millones de euros. Todos los gastos están vinculados al evento: comida, coche y gasolina, alquiler de casas y cuadras, alojamientos en hoteles y compras.

La jornada de mayor afluencia de público corresponde con la celebración de la final de la Copa de Plata, que en esta edición está fijada para el festivo 15 de agosto. El lleno está asegurado. Y estos turistas sí que consumen sin escatimar. «Todo el mundo está afectado por la criris, pero se prevé incluso más beneficios para el entorno que otros años, casi un 5% más gracias a que se va a aumentar la asistencia», destaca el vicepresidente del Santa María.

El club cuenta en sus instalaciones con una zona de restauración dividida en cuatro grandes áreas: bar y restaurante, zona Bacardi, zona Martini y zona de vinos y champán. De igual manera, dispone de una espacio infantil, un pabellón con tiendas de marca y lujo y otro espacio comercial con precios más asequibles. «Estos turistas exigen servicios de máximo nivel. Consumen mucho en los restaurantes, practican el golf y alquilan coches de lujo», recalca Estrada.

El 60% de los visitantes de Sotogrande corresponde a turistas nacionales, sobre todo de Madrid y el País Vasco. El resto son extranjeros (de habla anglosajano principalmente) que viven en la costa o alquilan una residencia veraniega en Cádiz o la Costa del Sol.

La asistencia a los partidos, eso sí, es gratuita. Sólo hay que abonar entrada para cada una de las finales. Los beneficios están destinados a un centro infantil de hipoterapia. Las ganancias que deja el turista de polo, los 12 millones de euros, se reparte en el entorno.