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tensión política

Las revueltas en Irán y Oriente Medio centran el G8

El Consejo de Guardianes concluye que han sido los comicios "más limpios" en 30 años

TEHERÁN Actualizado: Guardar
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La coexistencia pacífica de dos Estados, uno israelí y otro palestino, en Oriente Medio y la crisis en la que han derivado las elecciones presidenciales de Irán del 12 de junio centraron hoy los primeros debates de la cumbre del G-8 de Asuntos Exteriores. La reunión, que en un principio planteaba como tema principal la estabilización de Afganistán y Pakistán, ha terminado convirtiéndose, hasta el momento, en un debate sobre la crisis de Irán, donde las protestas por los resultados de los comicios dejan un balance de, al menos, una veintena de muertos.

Ya de la primera sesión de trabajo del encuentro, la que congregó a los países del llamado Grupo de los Ocho (G8) con representantes de la Unión Europea (UE), salió la primera condena firme a la violencia que se está produciendo contra los manifestantes pacíficos en Irán, así como una advertencia a las autoridades iraníes: la partida de las elecciones aún no está "cerrada". "Nuestro llamamiento sigue igual, a no dar por cerrada la partida" de las elecciones, afirmaba el presidente de turno del G-8, el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini.

Y todo horas después de conocerse que un portavoz del Consejo de Guardianes iraní asegurara que no hubo fraude ni irregularidades en las elecciones presidenciales, cuyos datos oficiales dan como ganador a Mahmud Ahmadineyad. Tanto los países del G-8 como la UE explican que no disponen de instrumentos para poder verificar los resultados, pero se muestran "preocupados" por el hecho de que existan "elementos de facto" que hablen de circunscripciones en las que el número de sufragios emitidos sea superior al de votantes inscritos.

Armas nucleares y el conflicto árabe-israelí

Por eso, el Grupo de los Ocho (EEUU, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Rusia, Japón y Rusia) y la UE hacen un "llamamiento" al Gobierno de Teherán "para garantizar que la voluntad del pueblo iraní quede reflejada en el resultado" de unas elecciones que mantienen en vilo a la comunidad internacional. La UE y el G-8, que esta tarde comenzaron a abordar la estabilización de Afganistán y Pakistán con representantes de los dos países asiáticos, invitan a las autoridades iraníes a que encuentren una solución pacífica a la actual crisis y expresan su "solidaridad" con las víctimas de la violencia.

Pero los comicios no son el único asunto que preocupa a los gobiernos de las potencias mundiales sobre Irán, pues aún está pendiente el tema de la proliferación de armas nucleares, sobre el que tanto el G-8 como la UE han lanzado una advertencia. Frattini ha explicado que el grupo que preside, y en general la comunidad internacional, "ha tendido la mano" a Teherán para afrontar un diálogo sobre las armas nucleares, un guante que no tiene un "tiempo indefinido" y que debe ser recogido ahora por Irán para poder seguir adelante.

La proliferación de armas nucleares no sólo es un asunto que concierne a Irán, también a Corea del Norte, un país que preocupa especialmente a Japón. En este sentido, el ministro de Exteriores nipón, Hirofumi Nakasone, afirma que su país considera adecuado volver al diálogo con las autoridades norcoreanas para abordar el asunto, pero que, si no es así, "el coste será alto".

Oriente Medio y la solución de los "dos pueblos, dos Estados" ha sido, hasta el momento, el otro tema protagonista de la reunión de Exteriores, con un llamamiento "urgente" a Israel para que "congele" los asentamientos en territorio palestino secundado por el G-8, por la UE y también por el Cuarteto para Oriente Medio. Las delegaciones de estos países e instituciones internacionales exigen el fin de la violencia tanto a palestinos como a israelíes y advierten de que cualquier acción unilateral que puedan adoptar y que dificulte el proceso de paz y el reconocimiento pacífico de ambos Estados no será asumida por la comunidad internacional.