Un encuentro esperado

Una misma persona. Dos cargos. Uno proselitista y otro institucional. Esa indeleble frontera entre el ser orgánico y el ser oficial propicia ventajas, pero también genera inconvenientes.

José Luis Rodríguez Zapatero, por ejemplo, se había reunido en el último mes en un par de ocasiones con José Antonio Griñán. Pero no lo había hecho en calidad de presidente del Gobierno de España, sino en su condición de secretario general del PSOE.

Pensar en un 'no me cuentes nada de la Junta que no pienso oírte' suena a monólogo de humor. En cualquier caso, el protocolo dictamina que será el próximo miércoles cuando el líder del Ejecutivo central reciba, por vez primera, al cuarto presidente en la historia de Andalucía.

Dos temas fijos y otros dos con posibilidades de caer sobre la mesa de La Moncloa. José Antonio Griñán y José Luis Rodríguez Zapatero hablarán de presente y de futuro, pero sobre todo de dinero.

Financiación autonómica

Posición andaluza

Solidaridad e igualdad, irrenunciables

Firmeza a la andaluza. José Antonio Griñán ha advertido ya en varias ocasiones de que no firmará ningún modelo de financiación autonómica que atente contra los principios de igualdad y solidaridad, irrenunciables para la Junta. El mandatario andaluz quiere escuchar este mensaje el miércoles en La Moncloa. Entiende, asimismo, que si mantiene el espíritu del documento presentado por el ex vicepresidente económico, Pedro Solbes, no habrá problemas.

La cuestión es qué ocurrirá si varía el eje central de este documento, que giraba en torno a la población como elemento clave a la hora de distribuir el dinero del Estado entre las comunidades autónomas adscritas al sistema general -todas menos País Vasco y Navarra-. Griñán tiene una respuesta clara para tal supuesto: «si en alguna de esas modificaciones se rompe la igualdad de todos los españoles, Andalucía no aceptará». Aclara, además, que aspira a un modelo que «sea bueno» para toda España y «que garantice que cualquier español viva donde viva tenga el mismo acceso a todos los servicios públicos». Todo un aviso para navegantes, sobre todo si los navegantes forman parte del tripartito que gobierna en Cataluña. Andalucía respeta que esta comunidad y otras como Baleares, Madrid o Valencia -grandes perdedoras del actual reparto, que data de 2001- revisen al alza las asignaciones que perciben del Gobierno central y que se ponderen algunas singularidades como la dispersión, la edad de la población -una reivindicación andaluza, sobre todo en educación- o la pluralidad lingüística, pero insistiendo en el núcleo central del proceso: se trata de prestar servicios a los ciudadanos y, por lo tanto, donde más ciudadanos vivan, más se debe invertir.

Andalucía Sostenible

Nuevo modelo económico

Convertir el verso en cifras

José Luis Rodríguez Zapatero lo 'soltó' en el mitin de Dos Hermanas previo a las elecciones europeas: el nuevo modelo económico comenzará a forjarse en el sur, mediante el Plan Andalucía Sostenible. Gran revuelo, muchas expectativas, pero poca concreción.

Lo único que se sabe es lo que contó Zapatero en Dos Hermanas, ante más de 20.000 personas. El presidente del Gobierno anunció que bajo la presidencia española de la UE, en el primer semestre del 2010, se comenzará ya a notar el cambio de modelo de crecimiento que pretende implantar en el país y adelantó que la comunidad que absorberá los primeros planes específicos será Andalucía. Para ello, antes del 1 de agosto, se celebrará un Consejo de Ministros extraordinario para dar luz verde al Plan Andalucía Sostenible. También ha trascendido, porque el PSOE-A lo hizo público, que el Gobierno creará un fondo estatal para aplicar el nuevo modelo de economía sostenible con la participación del ICO que movilizará al menos 20.000 millones entre aportación pública y privada.

Se espera que del encuentro del miércoles salgan algunos datos más de una decisión que, a tenor de los ejemplos utilizados por Zapatero, supondrá para Andalucía una revolución similar a la que provocó el AVE en 1992. Energías limpias y una ambiciosa política en I+D+i son algunas de las claves de esta futura estrategia. Desde la Junta de Andalucía se apunta a que hay que tener altura de miras, porque los resultados de esta actuación no serán a corto plazo, ni se puede considerar una medida anticrisis.

'Deuda histórica'

Fecha y forma

Analizar el 'pago en especias'

Con dinero o sin dinero, lo que desea la Junta de Andalucía es que los 1.204 millones de euros que el Estado se ha comprometido a pagar en concepto de 'deuda histórica' lleguen en 2010, tal y como fija la Disposición Adicional Segunda del Estatuto de Autonomía. El Gobierno central tiene poco margen para rascarse el bolsillo en la actual coyuntura de crisis, sobre todo la puesta en marcha de una batería de medidas económicas destinada, sobre todo, a dotar de liquidez a bancos, grandes empresas como las automovilísticas, a las pymes y a las familias con menos recursos.

Así las cosas, a alguien en el Ministerio de Economía y Hacienda se le ha ocurrido que la mejor forma, tal vez la única, de satisfacer el abono de los 1. 204 millones en la fecha prevista es entregar solares estatales para la construcción de infraestructuras públicas. El Ejecutivo de Griñán ha puesto al mal tiempo buena cara e intenta justificar esta, cuando menos, peculiar fórmula. La justificación elegida para el trueque es: da igual comprar terrenos para la construcción de hospitales o colegios o que nos den esos terrenos.

Griñán podrá narrarle a Zapatero cómo la oposición ha encontrado un filón en este planteamiento. La iniciativa tiene lagunas, porque tal vez el Estado no tenga terrenos en los municipios donde hacen falta institutos o centros de salud y, sobre todo, porque el primer proyecto con ese marchamo es una ciudad de la justicia en Sevilla. La Justicia no entra en las demandas que dan origen a la deuda histórica.

Inversión estatal

Presupuesto de 2010

Mantener el porcentaje del 17, 8%

Son malos tiempos para las previsiones económicas, varían a una velocidad inusitada. Los pactos estatutarios con dinero de por medio también corren peligro. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha cumplido, hasta el momento, con el mandato del Estatuto de Andalucía, que especifica que en los siete años siguientes a su aprobación (hasta 2015), el Estado debe invertir en Andalucía según su peso poblacional en el conjunto del Estado, es decir, en torno al 17, 8%.

En el Ministerio de Economía ya trabajan en la difícil misión, casi de prestidigitador, de cuadrar los Presupuestos Generales de 2010, el año en el que los brotes verdes de nuestra economía deben convertirse en jardín, pero que contará con unas cuentas generales basadas en lo que se recaude en este arduo 2009.