España, primer día en Sudáfrica

La selección española aterrizó en Sudáfrica después de diez horas de vuelo entre Johannesburgo y Bakú, de donde salió la pasada madrugada con casi hora y media de retraso por un despiste de uno de los utilleros del equipo español, que no localizó su pasaporte y no pudo viajar.

Después de golear a Azerbaiyán (0-6) en el amistoso previo a su debut de la Copa de las Confederaciones, la delegación española embarcó con normalidad en el Airbus 340/300 "María Bárbara de Braganza" que tenía previsto tomar la salida a las 3 de la madrugada hora española, pero no lo hizo hasta las 4 y 25.

Mientras esperaban el momento del despegue los jugadores, técnicos y demás miembros de la delegación conocieron que el prolongado retraso se debió a que un utillero de la selección creía que su pasaporte estaba en una mochila ya facturada, por lo que fue necesario localizar de nuevo el equipaje ubicado en la bodega del avión.

Tras recuperar el mismo y comprobar que el documento tampoco se encontraba en la mochila, la Federación Española (RFEF) decidió que el utillero, que participa por primera vez en un viaje con la absoluta, se quedara en Baku, acompañado por una persona de la empresa que organiza el traslado del equipo, hasta la tramitación urgente de un nuevo pasaporte que le permita volar a Sudáfrica.

Solventado el incidente, el Airbus emprendió viaje a Johannesburgo, donde aterrizó tras diez horas de vuelo y sobrevolar el mar Caspio, Irán, Kuwait, Arabia Saudí, Yemen, Etiopía, Kenia, Tanzania, Mozambique y Zimbabue.

Buen ambiente

Durante el inicio de la travesía el centrocampista del Arsenal Cesc Fábregas fue objeto de alguna broma por el gran chichón que presenta en su frente por el golpe recibido este martes en el partido contra Azerbaiyán, en el que necesitó siete puntos de sutura que cubre con una tirita.

Los doctores de la selección repartieron medicación para ayudar a conciliar el sueño a los integrantes de la delegación que lo necesitaron y la mayor parte del pasaje apenas aguantó los primeros quince minutos de la película "Australia" que se proyectó durante el vuelo, en el que los jugadores ocuparon la parte delantera del avión equipada con sillones transformables en camas.

Con un nuevo desfase horario, ya que Johannesburgo tiene la misma hora que España -tres menos que Azerbaiyán-, y otro retraso de hora y veinte minutos en la previsión de aterrizaje (09:45h), la selección llegó a las 11.05 al aeropuerto sudafricano, donde fue recibida por una comitiva oficial, que la prensa no pudo presenciar.

Sin recoger las maletas los jugadores emprendieron un nuevo viaje de cinco horas por carretera a Rustenburgo, donde España debutará en la Copa de las Confederaciones 2009 el día 14 contra Nueva Zelanda y donde los representantes de los medios de comunicación que acompañan al equipo se trasladarán cuando solventen los problemas surgidos en la recogida de su equipaje.