Economia

Bancos y cajas avisan de que sólo con ahorros previos se podrá comprar casa

La Asociación Hipotecaria afirma que el euribor abaratará de media este año un 30% el coste de los créditos, respecto a los desembolsos de 2008

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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Quien aspire a comprar un piso, que ahorre antes. Ese el primer mensaje de Santos González, el nuevo presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), que agrupa a bancos, cajas y el resto de operadores del sector financiero. Se acabaron los créditos al 100% o 120% sobre el valor de la casa, tan comunes en los últimos años y que tantos problemas causan ahora en plena recesión.

Pero no todo son sombras, la AHE calcula que el desplome del euribor relajará, y mucho, el pago de los préstamos. En concreto, un 30% de media respecto al coste de 2008 en revisiones que se realicen a lo largo de este año. Con un euribor del 2% de media en todo 2009 (hoy está en el 1,46%, su mínimo histórico), el ahorro global en el coste de los préstamos vivos que hoy soportan los hogares será de 20.000 millones de euros.

De la crisis saldrán un nuevo escenario y unas nuevas reglas de juego en el mercado financiero. Y, además, un sistema hipotecario alejado al máximo del actual. Así lo advierte Santos González, que compagina su cargo en la AHE con el de director de negocio hipotecario de Banco Santander, y que insinúa que el horizonte crediticio deberá estar menos marcado por la variabilidad de los tipos. Todo un aviso a navegantes para que los clientes se vayan olvidando de los tipos variables y piensen, poco a poco, en los tipos fijos.

En ese inminente escenario, la AHE cree también que ganarán peso y capacidad de decisión los análisis de los servicios de riesgos y se escrutará con especial atención la solvencia de los clientes. «El ahorro previo tiene que fomentarse. Una hipoteca es un acto de madurez y para ser propietario habrá que tener ahorros suficientes», dice Santos.

Esto, que en teoría económica se denomina «una vuelta a los fundamentales», ya se aprecia en las sucursales. Nadie que solicite una hipoteca puede aspirar ya a que le financien toda la operación, impuestos y muebles incluídos, como en los años del 'boom'; ni siquiera con un grado de solvencia notable.

El miedo a la morosidad en el ámbito financiero es enorme y, una vez atemperado el euribor, bancos y cajas tienen claro que los problemas llegarán del lado del desempleo. La AHE estima que la morosidad de las hipotecas concedidas a hogares para la adquisición de una vivienda cerrará 2009 en el 4%, más del doble del ratio alcanzado en 2008. El colectivo inmigrante, más expuesto al paro, sufrirá una tasa tres veces superior. Todo, en un mercado completamente apagado y que la organización cree que, lejos de aumentar, terminará el ejercicio en tasas de crecimiento negativas. Sería el primer decrecimiento del negocio hipotecario español en la historia reciente.

Las entidades advierten que hasta que el empleo no se estabilice los préstamos no volverán a fluir. Y cuando lo hagan, será inevitablemente a un ritmo mucho más débil que el de los últimos ejercicios. González se refirió también a las polémicas cláusulas de 'suelo' en los tipos de interés de algunas hipotecas, que en ocasiones han impedido a sus titulares beneficiarse de las recientes caídas del euribor. El responsable de la AHE desvió en cierto modo la atención y señaló a los notarios, quienes -subrayó- están obligados por la ley a informar a los suscriptores de los créditos de la legalidad de los términos del contrato y a velar porque no haya «desequilibrios» a favor de ninguna de las dos partes.

Bien, pero tarde

Santos González aplaudió la eliminación de la desgravación fiscal a la compra de vivienda anunciada por el Gobierno para 2011, pero recalcó que el momento «no ha sido el más oportuno». Hasta ahora, esas medidas se han tomado siempre en momentos de subidas de precios y no al revés.

Sobre los precios la AHE no tiene una previsión concreta, aunque descarta «un desplome generalizado». «Se están trasladando mesajes que no son buenos», dijo al hilo de un informe de BBVA, que vaticina un hundimiento de los precios del 30% entre 2008 y 2012. Las únicas zonas en peligro, añadió, son las de costa y aquellos nuevos desarrollos en los alrededores de las grandes ciudades donde se construyó casi sin límite.