Obama se cuelga del cuello el medallón con el que fue obsequiado por el rey Abdalá a su llegada a Riad. / REUTERS
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Bin Laden amenaza a Obama

El presidente inicia en Arabia Saudí su gira para reconciliar a EE UU con el mundo musulmán

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El presidente estadounidense, Barack Obama, aterrizó ayer en Arabia Saudí, «el lugar donde nació el islam», en el primer día de su gira por Oriente Próximo, con la que pretende estrechar lazos con el mundo musulmán. Pero si en la alfombra roja del aeropuerto de Riad le recibía el rey Abdalá con la guardia de honor, otro famoso saudí, Osama bin Laden, le aguardaba en las pantallas de la cadena de televisión Al-Yasira con un mensaje menos conciliador.

El jefe de la red terrorista Al- Qaida aseguró que Obama ha seguido el mismo camino que su predecesor, George W. Bush, según la grabación sonora difundida por el canal qatarí. Bin Laden señaló además que el presidente estadounidense ha plantado en los musulmanes «nuevas semillas de venganza y odio contra los americanos».

El mensaje se ha hecho público la víspera del esperado discurso que Obama dirigirá al mundo islámico y que tendrá lugar hoy en El Cairo. Tras el mandato de Bush, una de las figuras políticas más denostadas en la región tras las guerras de Irak y Afganistán, el nuevo presidente norteamericano pretende volver a ganarse la confianza de los musulmanes. Sus palabras se esperan como agua de mayo en los países árabes.

«Estados Unidos y Arabia Saudí tienen una larga historia de amistad, y tenemos una relación estratégica», señaló el afroamericano en un breve encuentro con los medios, en el que compareció acompañado del monarca saudí. Obama también relató los motivos de la visita al país arábigo previa a su escala en El Cairo. «Creo que era muy importante venir al lugar donde nació el islam, buscar asesoramiento de su majestad y debatir con él muchos de los asuntos que confrontamos en Oriente Próximo». El rey Abdalá también hizo referencia a los lazos «históricos y estratégicos» entre los dos países, y calificó a Obama de «hombre distinguido que se merece el cargo que ostenta». «Shukran», agradeció el presidente estadounidense en la única frase en árabe con la que se atrevió, al menos en público.

Ninguno de los dos hizo referencia al mensaje de Bin Laden, que vino precedido por otra grabación aireada el martes, esta vez del número dos de Al-Qaida, Ayman al-Zawahiri. La red terrorista podría estar preocupada por el lenguaje y la actitud persuasiva de Obama con el mundo islámico, y de ahí el bombardeo de mensajes amenazantes durante su gira, según señalaron expertos consultados por la agencia Reuters.

Obama y Abdalá se reunieron durante cerca de una hora en el rancho del rey a las afueras de Riad. Ambos ya habían tenido la oportunidad de conversar al margen de la cumbre del G-20 que se celebró en Londres el pasado abril. En la agenda se encontraba el proceso de paz israelo-palestino, el programa nuclear iraní y el precio del petróleo.

Pese a ser uno de los países menos democráticos del mundo, donde los derechos humanos tienen el valor del papel mojado y la mujer es ciudadana de segunda, Arabia Saudí es aliado destacado de Estados Unidos en la región. El país arábigo es el mayor productor mundial de petróleo.

Plan de paz de 2002

Riad es, además, el impulsor del plan de paz de 2002 para Oriente Próximo, conocido como la Iniciativa de Paz Árabe, que fue aprobado por la Liga Árabe, pero que se encuentra actualmente estancado. El documento prevé el reconocimiento árabe del Estado de Israel a cambio de la vuelta a las fronteras de 1967 y el regreso de los exiliados palestinos.

Arabia Saudí, que alberga los dos lugares más sagrados para el islam -la Meca y Medina-, es, junto con Egipto, una de las principales potencias suníes de la región. Ambos países se han mostrado recelosos de la mano que Obama ha tendido a Irán, nación eminentemente chií, que poco a poco ha ido extendiendo su influencia por la zona. El posible desarrollo de armas nucleares por parte de Teherán tampoco tranquiliza.

Tras la visita de apenas ocho horas que Obama realizará hoy a Egipto, donde se reunirá con su presidente, Hosni Mubarak, y dará su discurso, el mandatario estadounidense se dirigirá hacia Alemania. Allí visitará el viernes el campo de concentración de Buchenwald y se verá con la canciller, Angela Merkel. La última parada de su gira será en Francia, donde el sábado participará con el presidente Nicolás Sarkozy en los actos del 65 aniversario del desembarco de Normandía.