Pepe Benítez dice que tiene 3 años. / Ó. CHAMORRO
PEPE BENÍTEZ TRASPLANTADO DE PULMÓN

«Siempre rezo una oración por el chico que me dio otra oportunidad»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuando ya me parecía que el ocaso de mis días poco a poco se acercaba, cuando me faltaban fuerzas, frente a toda la impotencia que apagaba la esperanza, una noche vino un ángel que me regaló su alma. Esta letra carnavalera resume, como no podía ser de otra forma, la experiencia del que ha radiado decenas de ediciones del concurso del Falla, Pepe Benítez. Tiene 63 años, muchos de ellos dedicados a la radio, pero su voz empezó a asfixiarse un fatídico día de diciembre. Ahora tiene 3, los que hace que recibió un trasplante de pulmón que le ha permitido desterrar la bombona de oxígeno y le ha brindado una segunda oportunidad para vivir. «Ahora no me enfado nunca y experimento todo lo que me viene a tope», recalca Benítez.

No es para menos, tuvo mucha suerte y tesón, por su parte y la de sus familiares, para superar un enfisema pulmonar que lo dejó hasta en tres ocasiones al borde de la muerte. Su ángel particular fue un chico de 18 años, él y sus allegados hicieron posible que el gaditano se salvara. «Siempre rezo una oración por todos ellos porque aunque no los conozco estaré eternamente agradecidos».

Pepe recuerda los meses ingresado en el Hospital Puerta del Mar -a cuyos profesionales también agradece su trato- y cómo su mujer, «gallega testaruda», convenció a los médicos para su traslado al Reina Sofía de Córdoba donde se realizan este tipo de intervenciones. El proceloso protocolo, que duró meses, se volvió efímero en cuanto cumplió todos los requisitos. «El 6 de febrero del 2006, a las 6 de la tarde, me llamaron del hospital para informarme de que había un pulmón idóneo para mí». Estaba sentado en el sofá con la mascarilla y en apenas unas horas fue intervenido. Había pasado tan sólo 20 días de espera.

La recuperación fue, igualmente, complicada. Una noche en coma por una bajada de plaquetas, cuatro meses en el hospital, dos intervenciones quirúrgicas y un mes más de alta hospitalaria en un piso cordobés. Pero el ángel hizo el resto. Su pulmón izquierdo vive en un cuerpo con muchas ganas de vivir.