Uruguay despide con flores a Benedetti

Unas dos mil personas se han congregado junto al Cementerio Central de Montevideo y han aplaudido el paso del cortejo fúnebre por las calles de la capital uruguaya para despedir al escritor Mario Benedetti, su principal figura cultural y "un hombre bueno".

El que fuera su secretario y mano derecha hasta el final, Ariel Silva, su colega Eduardo Galeano, uno de sus amigos del alma y con quien compartió viajes y actuaciones mezclando música y poesía, o el cantautor Daniel Viglietti, han sido algunos de los que han cargado el féretro con sus restos desde las escalinatas del Parlamento, donde fue velado, hasta el vehículo que lo ha trasladado al cementerio.

Escolares, algunos muy pequeños, de centros públicos y colegios privados de Montevideo, se han acercado hasta las afueras del Parlamento para realizar una guardia de honor o han salido a la puerta de sus institutos al paso del cortejo fúnebre para homenajear al autor de novelas como La Tregua o Gracias por el fuego.

Cientos de flores para rendir homenaje

Decenas de flores han sido arrojadas al paso de la caravana, que ha marchado silenciosa por el kilómetro y medio que separan ambos edificios. Figuras de la política, la cultura, el sindicalismo, el deporte y diplomáticos de varios países se han acercado hasta el Cementerio Central para despedir al poeta, fallecido el domingo a los 88 años.

El féretro, depositado en el Panteón Nacional, no ha lucido símbolo religiosos, sólo lo cubrían las flores que depositaba la gente y una pequeña bandera uruguaya, dejada por uno de los presentes.

El clima gris y lluvioso del lunes durante el velatorio se ha transformado hoy en un cielo azul y límpido, con un sol pleno, como para asociarse a una despedida más brillante y luminosa para Benedetti . "No tuvo hijos, pero nos deja una amplia descendencia. Nos quedamos huérfanos pero con un enorme legado, polémico y rico", ha afirmado el director de Cultura del Ministerio de Educación y Cultural, Hugo Achugar. Ha recordado que Benedetti se batió por sus ideas y por su gente y que se fue "cantando a la vida y denunciando las torceduras".

Padres e hijos, abuelos y nietos se han abrazado emocionados y llorosos en el cementerio en un respetuoso adiós a Mario Benedetti. "La vida se clausura en vida/ la vida ese paréntesis/ también se cierra incurre/ en un vagido universal/ el último/ y entonces sólo entonces/ el no ser sigue para siempre". La vida es ese paréntesis. Mario Benedetti.